Burberry afronta un vendaval de críticas por su campaña para San Valentín
Burberry, en la picota por un anuncio que muestra a un hombre trans con doble mastectomía
Un anuncio donde aparece un hombre transgénero con las cicatrices de una doble mastectomía ha colocado a Burberry en el ojo del huracán.
La semana pasada Burberry levantaba el telón de «B:MINE», su nueva campaña para celebrar el día de San Valentín. Pero lo que nació a bote pronto como una campaña para celebrar el amor en todas sus vertientes y enarbolar la bandera de la diversidad ha terminado «deshilachando» la reputación de la célebre firma británica de lujo. El motivo es que la campaña de marras incluía la imagen de un hombre trans con cicatrices de una doble mastectomía.
Esa imagen, que la que un hombre trans desnudo de cintura para arriba abrazaba cariñosamente a su pareja, fue objetivo de furibundas críticas en las redes sociales y Burberry terminó retirándola de la campaña. Pero la retirada de la imagen de la discordia no ha contenido ni mucho menos las críticas dirigidas contra la marca, que tiene que bregar ahora con las críticas de la comunidad trans (que se siente ultrajada por la decisión de Burberry de esconder bajo el felpudo la instantánea).
Antes de que la imagen fuera retirada de la circulación por Burberry, la marca fue acusada en las redes sociales de intentar «revestir de glamour» la doble mastectomía, un procedimiento quirúrgico muy habitual tanto entre quienes padecen cáncer de mama como entre quienes deciden emprender una transición de género.
Los más críticos echaron en cara a la firma británica que su campaña no estaba en modo alguno enfocada a la venta de ropa sino a la promoción de una ideología muy concreta entre las mujeres.
En vista de que las críticas, procedentes mayoritariamente de círculos conservadores, se amontonaban, Burberry decidió retirar la imagen del hombre trans con doble mastectomía de su campaña sin emitir previamente ningún comunicado oficial al respecto.
Y su proceder ha terminado desatando de la ira de grupos activistas LGBTQ+. Danielle St James, chief executive de Not A Phase, asegura en declaraciones a The Drum que la decisión de Burberry «constituye una completa falta de integridad por parte de la marca».
«En la última década hemos constatado cómo la representación puede cambiar por completo la vida de las personas. Poder verte reflejado a ti mismo en los medios de comunicación es de una importancia absolutamente vital. De lo contrario, muchas personas sentirían que no encajan en la sociedad», enfatiza St James.
La comunidad trans se siente ultrajada por la retirada de la imagen por parte de Burberry
Con su última y controvertida campaña Burberry se esfuerza a todas luces para conectar con una audiencia más joven. El año pasado la firma ya se alió con el gigante de la moda «streetwear» Supreme para tratar de ampliar su público objetivo.
Sin embargo, a ojos de algunos Burberry ha tirado la caña de manera interesada a la comunidad LGBTQ+ sin comprometerse al 100% con los valores de esta comunidad. «Cualquier empresa puede posicionarse junto a la comunidad LGBTQ+ cuando hay algo que ganar. Las alianzas verdaderamente auténticas surgen, sin embargo, cuando las marcas apoyan a la comunidad LGBTQ+ y sí tienen algo que perder», subraya, por su parte, Steven Braines, cofundador de la agencia inclusiva He She They.
A juicio de Braines, Burberry debería haber mantenido la imagen, borrar los comentarios ofensivos y publicar un mensaje solidarizándose con la comunidad LGBTQ+.
«Es decepcionante y tristemente no demasiado sorprendente cómo los medios ‘mainstream’ han reaccionado a este aspecto en particular, describiendo a una persona transgénero como una ‘chica con doble mastectomía’ y comparando incluso este asunto con el reciente escándalo de Balenciaga«, insiste St James.
Samantha Crossley, chief creative officer de Little Digital, califica de particularmente nocivo el silencio de Burberry, a quien acusa de alienarse interesadamente junto a la comunidad LGBT+ para a continuación apartarse de su vera y dejarla completamente desprotegida frente a las críticas.