Probablemente pocos hayan oído aún de Astalift, pero seguramente no tardarán en hacerlo. Astalift es una línea de cremas antiedad que está ganando poco a poco terreno en Asia y en Europa. A priori, Astalift no tiene nada de especial. Al fin y al cabo, el mercado está lleno de cremas antiarrugas. Lo que la hace realmente única es la marca que tiene detrás: la multinacional japonesa de fotografía Fujifilm.

Aunque el giro de Fujifilm parece sorprendente, en realidad no lo es tanto. Las cremas antiedad utilizan la misma tecnología antioxidante que se usa para prevenir la decoloración de las fotografías impresas en papel.

El principal ingrediente de Astalift es la astaxantina, un pigmento que protege la epidermis de los rayos ultravioleta y unifica el tono de la piel.

En los años 60, Fujifilm era sólo una marca local que intentaba arañar algo de la cuota de mercado del gigante de la fotografía por aquel entonces: Kodak.

Más de 50 años después, mientras Kodak se ha hundido por no subirse a tiempo al tren digital, Fujifilm ha sabido adaptarse mejor a los nuevos tiempos. Actualmente, la venta de los tradicionales carretes fotográficos constituye únicamente el 1% de los ingresos de Fujifilm. En cambio, su nueva división de cremas antiedad genera ya el 12% de las ventas de la empresa nipona, según informa The Wall Street Journal.

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