Las marcas de lujo, que hasta ahora había capeado la crisis económica mundial, comenzaran a sentir sus efectos por lo que se niegan a entregar proyecciones sobre su rendimiento, según informó La Gaceta.

«No podemos hacer ninguna previsión fiable sobre una eventual recuperación», afirma François-Henri Pinault, presidente y director ejecutivo de PPR, el grupo al que pertenece Luis Vuitton. «El potencial de la marca sigue estando ahí. Sin embargo, todo depende de lo que dure la crisis».

El problema es, según Pinault, que muchos minoristas se han visto contra las cuerdas debido a la crisis por lo que han recurrido a agresivos descuentos para deshacerse de su inventario, por lo que todavía hace falta revisar las cuentas para sacar conclusiones de cual es la situación actual.

Sin, embargo no todos los sectores han sido afectados de la misma manera y por ejemplo las ventas de bolsos de piel no han sufrido de la misma forma que la de los relojes, las joyas y los coches.

En este sentido Hermès asegura que sus ventas se mantendrán planas en 2009 pero que las fluctuaciones monetarias han conducido a una extrema inestabilidad en los ingresos.