LEGO le hace un "feo" al activista chino Ai Weiwei, pero éste sale airoso del plantón
El arte político contemporáneo no se entiende sin el disidente chino Ai Weiwei, famoso en todos los rincones del planeta para fusionar arte y política en sus obras.
Enemigo acérrimo del gobierno comunista chino, Ai Weiwei utiliza muchas veces su arte para lanzar duros dardos contra el ejecutivo del país que le vio nacer hace 58 años.
Ai Weiwei es un hombre sin pelos en la lengua que no tiene miedo de enfrentarse a nadie, ni al régimen presidido por Xi Jinping ni tampoco a una poderosísima marca como LEGO, con quien ha protagonizado recientemente una escaramuza a cuenta de una nueva instalación que el artista está preparando en Australia.
El activista chino solicitó a la famosa marca juguetera que le enviara una ingente cantidad de pieza de LEGO para dar forma a la instalación artística que está preparando en Melbourne. La compañía danesa se negó, sin embargo, a atender el pedido de Ai Weiwei. ¿El motivo? Que “no puede aprobar el uso de sus piezas en obras de corte político”.
Ante semejante y “cortante” respuesta, Ai Weiwei no ha dudado en tildar el proceder de LEGO de “censura”.
Un portavoz de la marca escandinava asegura que LEGO se reserva el derecho “a nivel global de implicarse de manera activa o de apoyar el uso de sus piezas en proyectos o contextos de naturaleza política. No es un principio nuevo”.
No obstante, la negativa de LEGO no ha frenado a Ai Weiwei, que ha solicitado ahora a sus admiradores que le donen piezas de la marca juguetera para poder ultimar su obra, integrada por una treintena de retratos (confeccionados con piezas de LEGO) de activistas australianos que han luchado por los derechos civiles.
«Internet ha resultado ser algo así como una Iglesia moderna. Uno va, le cuenta sus penas al cura y los miembros de la comunidad se solidarizan con él y lo ayudan», bromea Ai Weiwei que, ante la avalancha de piezas de LEGO recibidas, ha decidido alumbrar una nueva obra, “una dedicada a defender la libertad de expresión y el arte político”.
Pese al rifirrafe de Ai Weiwei con LEGO, lo cierto es que no es la primera vez que el artista utiliza piezas de la empresa juguetera en sus obras. El año pasado las utilizó para crear una muestra que se expuso en la cárcel de Alcatraz.