Nuevo capítulo en la lucha de Airbnb contra la ciudad de San Francisco. La batalla entre ambas lleva más de dos años en los tribunales y ahora, la ciudad californiana pretende cortar el grifo a la plataforma con una limitación del alquiler a 60 días al año.

Todo comenzó el pasado 2014. San Francisco fue de las primeras ciudades que permitiera el servicio de la startup de economía colaborativa. Aunque impuso varias exigencias como el máximo de 90 días al año en la duración de los alquileres, siempre y cuando los huéspedes no estuvieran en su hogar.

Tiempo después obligó que los usuarios se registraran en el censo de la ciudad, pudiendo multar a Airbnb de lo contrario. La compañía denunció la última enmienda a la legislación vigente, sin éxito en los tribunales.

No contenta con las cargas impuestas, San Francisco intervino en los beneficios de la multinacional de alojamiento con una imposición de un gravamen del 14%. Con todo, Airbnb continuó creciendo en todo el mundo y a día de hoy cuenta con más de 2 millones de ofertas y una presencia internacional casi en 200 países

Pero las autoridades de San Francisco impedirán que la comunidad de Airbnb campe a sus anchas, literalmente. Y además del censo y los impuestos, reducirá el número máximo de días de arrendamiento a 60 días al año.

La decisión, tildada de «arbitraria» por portavoces de la startup, limita sobremanera su capacidad de actuación y la de otras plataformas de mercado comunitario como VRBO. En palabras de Airbnb para Cnet, «estamos decepcionados en nombre de los miles de habitantes de San Francisco que se verán perjudicados por esta propuesta arbitraria que no hace nada por enmendar el obsoleto sistema de registro».