
Medios de comunicaciónImagen de Greta Thunberg en la portada de Vogue Scandinavia
Greta Thunberg, protagonista de la portada de Vogue Scandinavia
Greta Thunberg rasga las costuras de la "fast fashion" desde la portada de Vogue
Greta Thunberg protagoniza la portada del primer número de Vogue Scandinavia y utiliza tan irrepetible oportunidad para lanzar durísimos dardos contra la industria de la moda.
Greta Thunberg, la joven que otrora copaba portadas en todo el mundo en defensa del clima, ha estado mucho más silente en los últimos meses (probablemente porque el ruido generado por la pandemia ha terminado opacando su vibrante discurso). Sin embargo, el pasado mes de junio la adolescente sueca retomó su huelga escolar a favor del clima en Estocolmo. Con este singular acto de protesta Thunberg, convertida a la postre en icono pop, plantó la semilla hace ya tres años del movimiento Fridays for Future.
Ahora la que es probablemente la activista por el clima más famosa a escala planetaria aparece en público de nuevo, si bien lo hace de manera completamente inusitada. Thunberg protagoniza la portada del primer número de Vogue Scandinavia y utiliza tan irrepetible ocasión para lanzar durísimos dardos contra la industria de la moda.
Ayer por la tarde la joven difundió a través de las redes sociales su cubierta para Vogue Scandinavia, donde posa ataviada con una gabardina «oversize» y acaricia a un caballo en una zona boscosa.
En Twitter e Instagram, donde la joven publicó su portada para la célebre revista de moda, Thunberg aprovechó para referirse a los múltiples problemas que hay aleteando en torno a la denominada «fast fashion«.
«La industria de la moda es en gran parte responsable de la emergencia climática y medioambiental, por no hablar de su impacto en toda una miríada de comunidades y trabajadores que son explotados a lo largo y ancho del globo para que algunos puedan comprar ropa de usar y tirar». denuncia la activista.
No pocos «players» en el ramo de la moda crean carísimas campañas con el último objetivo de proyectar la ilusión de ser sostenibles, respetuosos con el clima y justos, apunta la joven de 18 años. Sin embargo, buena parte de tales campañas son «greenwashing» puro y duro, acciones que la marcas emprenden para procurarse a sí mismas una imagen sostenible sin hacer en realidad nada por el clima y el medio ambiente.
«Tal y como está hoy en día el mundo, la moda no puede ser producida y consumida en masa de manera realmente sostenible«, asevera. «Esta es una de las razones por las que necesitamos un cambio en el sistema«, subraya Thunberg.
La ropa que Greta Thunberg viste en la portada de Vogue Scandinavia es de naturaleza sostenible
En declaraciones a Vogue Scandinavia la activista asegura que no ha comprado ropa nueva en años. «La última vez que compré algo nuevo fue hace tres años y era de segundo mano. Simplemente tomo cosas prestadas de gente que conozco», indica.
Las prendas que Thunberg luce en la revista responden a los valores de la activista y están confeccionadas con materiales sostenibles y reciclados.
Greta Thunberg saltó la fama cuando en agosto de 2018 la joven sueca se apostó delante del Parlamento sueco para reclamar a los políticos acciones en favor de la protección del clima. La suya comenzó siendo una protesta en solitario que sería el germen de Fridays for Future y daría a lugar protestas internacionales con centenares de miles de participantes en todo el mundo. La pandemia del coronavirus desinfló inevitablemente tales protestas como consecuencia de las restricciones.