Las webs de fake news no fueron decisivas en las elecciones de 2016
El impacto de las webs de "fake news" en las elecciones de 2016 no fue tan fiero como lo pintaron
De acuerdo con un reciente estudio publicado por Nature Human Behaviour, el impacto de las webs con el foco puesto en las "fake news" fue solo de naturaleza limitada en las elecciones presidenciales de 2016.

Autor de la imagen: Matheus Costa
En las elecciones presidenciales de 2016 un buen número de páginas web difundieron «fake news» a diestro y siniestro por la red de redes. Se supone que la engañifa perpetrada por tales webs fue tan descomunal que cambió el devenir de los comicios y catapultaron a la Casa Blanca a Donald Trump. Sin embargo, un reciente estudio publicado por Nature Human Behaviour sugiere que el impacto de los sitios web con el foco puesto en la información de naturaleza falsa no fue tan decisivo en las elecciones de 2016 como se aventuró en un principio.
De acuerdo con el informe, tales webs llegaron a ojos de apenas el 20% de los votantes (la mayoría adscritos a la derecha política). Y estos votantes se aprovisionaron también de información en un buen número de webs pertrechadas de noticias veraces.
«Este tipo de contenido, aunque preocupante, constituye solo una pequeña fracción de la información que consume la gente», asegura Brendan Nyhan, profesor de Gobierno del Darmouth College y uno de los tres autores de la investigación.
El estudio concluye que si bien las webs especializadas en «fake news» impactan potencialmente de manera negativa en la opinión pública, en los comicios de 2016 no tuvieron una influencia sustancial a la hora de mover al electorado a votar a Trump (o incluso a acudir a las urnas).
Una simple pieza de información rara vez cambia la opinión de la gente, «tanto si su contenido es verdadero como si es falso», explica Emily Thorson, profesora de Ciencia Política de la Universidad de Siracusa.
«Se trata de algo positivo», dice. La idea de que un puñado de medios mentirosos puedan cambiar sustancialmente las opiniones y los comportamientos del votante «es bastante inverosímil, sobre todo si tenemos en cuenta la estabilidad de las actitudes políticas en la mayor parte de la gente», sostiene Thorson.
Las webs con el foco puesto en las «fake news» tuvieron solo un impacto limitado en las elecciones presidenciales de 2016
En la investigación publicada en Nature Human Behaviour se cotejaron las respuestas a un cuestionario online con datos sobre las webs de noticias que los participantes visitaron durante las elecciones de 2016.
Los resultados del informe están en consonancia con los extraídos de una investigación anterior, según la cual las webs de «fake news» concentraron fundamentalmente su audiencia en un pequeño número de votantes conservadores, apunta, por su parte, David Luzer, profesor de Ciencia Política de la Universidad Norteastern.
Conviene, por otra parte, hacer notar que la mayor parte de la gente se topa con webs de contenido deficitario desde el punto de la veracidad en las redes sociales, particularmente en Facebook, que continúa en la picota pese a sus esfuerzos por erradicar las mentiras de su plataforma.
Aun así, parece que en las elecciones legislativas de 2018 los votantes estuvieron menos expuestos a las «fake news» que en los comicios de 2016, tal y como recoge Scientific American.
Según Nyhan, uno de los autores el estudio, el principal problema que hay solapado a las webs de «fake news» es no tanto lo que éstas publican sino el riesgo (lamentablemente muy real) de que alguien con poder amplifique sus mentiras. «La mayor parte de la desinformación que llega a manos de la gente en relación con la política no proviene de webs de contenido malicioso. Procede de medios mainstream haciéndose eco de lo que dicen los políticos y otros medios», constata.
¿Cómo será el impacto de la «fake news» (que haberlas haylas) en las próxima elecciones presidenciales al otro lado del charco? Nyhan dice que aún es pronto para responder a esta pregunta. Aun así, «la gente es al menos más consciente de este problema que hace cuatro años», señala.