El Tribunal Constitucional alemán quiere reducir la influencia de los partidos en los medios y ha obligado a los políticos a que abandonen la televisión pública.

Según viene expresado en la sentencia presentada, el Gobierno actual tiene demasiada influencia en la radio y en la televisión pública por lo que ha exigido la modificación de los miembros del consejo de la televisión y de la junta de directores de la Zweites Deutsches Fernsehen, la segunda televisión alemana.

«La televisión pública no puede convertirse en una televisión estatal, sino que tiene que representar toda la variedad de opiniones que hay en la sociedad», ha dicho el vicepresidente del TC, Ferdinand Kirchoff.

A partir de ahora, la proporción de personas nombradas por el Gobierno o relacionadas con cargos estatales deberá quedar reducida a un máximo de un tercio, frente al 44% actual. Además, deberán ser eliminados los votos cualitativos en las decisiones de los consejos de dirección, de forma que los políticos dejen de tener la «influencia decisiva» que tenían hasta ahora en las decisiones.

Estos cambios vienen motivados tras las querellas presentadas por los organismos de control de Renania Palatinado y Hamburo, contra “la influencia de la política y del Estado en la programación de la segunda cadena de televisión pública ZDF». Esta disconformidad tiene su origen en el escándalo del caso Breller de 2009, cuando el organismo, que en ese momento estaba dominado por la Unión Cristianodemócrata de Merkel, no renovó el contrato del jefe de redacción Nikolaus Brender .

El consejo de la ZDF, formado por 77 miembros, es el encargado de supervisar la programación y las líneas maestras de la cadena, responder a quejas, aprobar el presupuestodiseñado por el Consejo de Administración y elegir el presidente.