Cómo crear un nuevo modelo empresarial para la nueva era digital
Anne M. Schüller y Alex T. Steffen: "La organización orbital"
Las empresas que deseen afrontar con garantías el futuro digital que se avecina deberán echar abajo sus viejas estructuras organizacionales y apostar por un modelo orbital en el que el propósito y el cliente estén el centro.
En un momento en que los cambios en forma de terremotos hacen temblar los cimientos de las empresas, éstas deben inevitablemente mover ficha para lidiar con una transformación que se cierne sobre ellas desde todos los flancos.
Precisamente por ello los tiempos que corren (sísmicos en muchos sentidos) exigen nuevos modelos organizativos. Esta es la tesis en torno a la cual pivota el libro Die Orbit-Organisation (La organización órbita) que, escrito por Anne M. Schüller y Alex T. Steffen, acaba de publicar la editorial alemana Gabal.
En su obra Schüller y Steffen defienden que las empresas (particularmente las más talludas) deben cambiar radicalmente sus estructuras si desean sobrevivir al futuro digital que se cierne ya en el horizonte.
Las compañías más jóvenes tienen ya grabado a fuego en su ADN que en lugar de obsesionarse con la competencia, los números trimestrales y los costes deben poner al cliente en el centro de todos sus esfuerzos. Al fin y al cabo, solamente aquellas organizaciones que orbitan en torno al cliente tendrán verdaderamente posibilidades de encarar los desafíos (complicadísimos) que se avecinan.
En el modelo organizacional propuesto por Schüller by Steffen (el denominado modelo orbital) el cliente y el propósito de la empresa están colocados en el centro. Y los empleados, los directivos y los socios se agrupan en círculos concéntricos a su alrededor.
El principal objetivo de una organización de naturaleza orbital es satisfacer lo mejor posible los deseos del cliente. Y para ello deben modificarse necesariamente las estructuras de dirección. El mando y el control se quedan huérfanos de significado en la nueva organización orbital. En su lugar los empleados y los equipos a los que estos están adscritos deben organizarse y trabajar de manera autónoma y descentralizada asumiendo responsabilidades.
Por ello las empresas deben necesariamente desprenderse de apolillados organigramas piramidales y apostar por nuevo modelo circular, el único posible para hacer frente de manera suficiente ágil a los desafíos que porta sobre los hombros la nueva era digital.
En este nuevo modelo orbital el directivo no mira por encima del hombro y con actitud paternalista al cliente, al que se siente extraordinariamente cercano y se desvive por satisfacer en estrecha colaboración con sus empleados y sus socios.
El último objetivo de la organización orbital es tender puentes entre el mundo exterior (el hábitat del cliente) y ecosistema interno de la compañía para que haya vasos comunicantes se manera constante entre una y otra parte.
Los círculos concéntricos son el rasgo más distintivo de las organizaciones orbitales, pero tales círculos concéntricos deben estar apoyados en dinámicas que conecten los unos con los otros.
El resultado es un sistema en el que la anhelada innovación puede ser iniciada por cualquiera, en cualquier momento y en cualquier lugar.
Editorial: Gabal
Precio: 34,90 €
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