líderes en noticias de marketing, publicidad y marcas

"Aplicamos viejos paradigmas a la nueva tecnología y ahí es donde se crean deficiencias", B. Hernández

Redacción

Escrito por Redacción

Visión de negocio, experiencia o dinero son algunos de los elementos necesarios para convertirse en emprendedor, un reto nada fácil en los tiempos que corren.

Pero, precisamente por el contexto de crisis de los últimos años, han sido muchos los que se han atrevido a hacer realidad ese sueño de crear una empresa.

Y es que cuando la situación ya no puede ir a peor, los miedos se quedan a un lado.

En nuestro país hemos visto florecer en los últimos tiempos numerosas pequeñas empresas iniciadas por jóvenes y que han conseguido hacerse un hueco en el mercado.

Algunas de ellas las conoce bien Bernardo Hernández, business angel y emprendedor. Idealista, Flickr, Google o Wallapop son algunos de los grandes proyectos que llevan su sello.

Hernández es ya una cara conocida en la meca de la tecnología, Silicon Valley, pero, ¿cómo ha llegado hasta ahí? ¿Cuáles son las claves del emprendimiento? ¿Qué hace falta para ser un verdadero líder?

Para hablar sobre su experiencia en el mundo tecnológico ha participado en Management & Business Summit 2017 para hablar de «Innovación Sin Límites», el encuentro por excelencia de líderes empresariales mundiales, organizado por Atresmedia.

Así, Hernández ha querido comenzar lanzando una pregunta a la audiencia: «¿Cómo es posible que Silicon Valley ha sabido crear tanta riqueza como los dos primeros países de Europa en solo 20 años y 40km cuadrados?».

A raíz de esta cuestión señala que nos encontramos ante una verdadera revolución industrial y es importante entender su esencia.

«Los grandes ganadores de esta tercera revolución industrial no crean tecnología, sino que la adaptan para resolver problemas y necesidades y aportar valor», asegura.

La tecnología nunca ha sido tan potente ni tan asequible como lo es hoy en día y añade que «la velocidad es el elemento clave de esta nueva revolución industrial y es al mismo tiempo todo un reto».

Una revolución que se basa en cuatro pilares básicos: el espacio, la computación, la comunicación y el acceso.

Y en cuestión de velocidad internet se lleva la palma pues, «en tan solo 8 o 9 años irrumpió como tecnología y acabó revolucionándolo absolutamente todo. La velocidad con la que se impone es inédita».

Algunos de los ejemplos de esta rápida transformación en el mundo digital son compañías como Instagram que en tan solo 18 meses alcanzó los 30 millones de usuarios y fue vendida por 1.000 millones de dólares a Facebook o Snapchat que en 3 años acaparó 100 millones de usuarios. Aunque, señala el ponente, «esta velocidad no solo afecta al crecimiento de las compañías sino también a la desaparición» de otras muchas.

Nokia, por ejemplo, «era el rey del mercado móvil, intocable y en solo 5 años vio cómo su terreno era invadido hasta hacerla desaparecer».

Y es que, «el cambio llega sin avisar». La debacle de los anteriores dueños de la movilidad se debe a un nuevo concepto de los dispositivos móviles que «comenzaron a entenderse como un ordenador», las compañías comenzaron a crear productos y servicios más eficientes y de ahí, asegura Hernández, el éxito de Android e iOS.

En medio de este panorama resulta clave «entender la tecnología como un elemento disruptivo que cree productos y servicios más eficientes. Las consecuencias de esta revolución nunca habían sido tan grandes y no estamos preparados para ello».

Esta falta de preparación destaca en las empresas del IBEX 35 en donde «el gap es cada vez mayor y las empresas no son capaces de entender lo que pasa y mucho menos de innovar».

«Aplicamos viejos paradigmas de trabajo a la nueva tecnología y ahí es dónde se crean las deficiencias», afirma.

Así, el principal problema para Hernández de las compañías más tradicionales es que «son esclavas de la cuenta de resultados y esto pone en riesgo su propia supervivencia. Ser CEO de una compañía tradicional no es fácil porque hay que equilibrar la transición entre el cuidado de esa cuenta de resultados y la interacción de modelos disruptivos».

Y aclara que «el valor no está en crear la tecnología, sino en saber utilizarla, en entenderla y adaptarla para crear productos y servicios eficientes para las personas».

Asimismo ha ofrecido algunas cifras que reflejan la magnitud del fenómeno digital como que el 50% de la población mundial está conectada ya a internet, cifra que se eleva al 90% en países desarrollados, se producen 10.000 millones de búsquedas al día y se envían 150.000 millones de correos al día, «pero esta actividad tiende a aglutinarse en unas pocas manos».

También se refiere al cambio que se produce en internet a mediados de los 2000 pasando de un internet de vínculos a un internet de personas: «Hoy día es imposible desarrollar algo importante sin que sea social. Las redes sociales se han convertido en la columna vertebral y no solo en un canal de comunicación».

Pero el cambio actual más importante, para Hernández, es el del software. «Los algoritmos que han funcionado hasta ahora eran deterministas, a partir de ahora serán probabilíticos».

¿Y qué quiere decir esto? «Hoy en día con el deep y el machine learning ya no hace falta mapear y se están tomando decisiones de optimización de software con métodos probabilísticos. Los ordenadores comienzan a comportarse como los seres humanos. Permiten tomar decisiones sobre problemas muy complejos y es muy importante conocer cómo funciona esto».

Pero también se están produciendo muchos cambios en el terreno del hardware con nuevos dispositivos de interacción y la llegada de innovaciones como la paquetería con drones de Amazon o el coche autónomo de Google que es un ejemplo de «cómo Google utiliza una tecnología que no crea para solucionar un grave problema que son los accidentes de tráfico. La tecnología está preparada para hacer las cosas de una manera radicalmente distintas».

Se ha referido también a una de las cuestiones que más debate generan en la industria en la actualidad: los datos. «La revolución de los datos es de las más importantes. La información la estamos guardando y procesando en cantidades ingentes pero de toda la información que se guarda hoy, solo se usa un 1% para la toma de decisiones».

El mundo digital también ha dado un giro al marketing ya que ahora «se vende de una forma radicalmente distinta. Tenemos que negarnos a seguir utilizando las mismas técnicas de antes. El marketing son las nuevas finanzas: ahora es crítico, rentable, sofisticado y muy analítico».

Destaca, además, que «internet es reintermediación, reemplazar al intermediario», un proceso que permite crear productos mucho más eficientes. Muchas veces, asegura, «nos lanzamos a intentar monetizar y obtener tráfico antes de tener siquiera un producto y hay que hacerlo al revés».

Ha querido concluir la ponencia con 5 reflexiones para la transformación digital, que son denominador común en las empresas que han sabido entender la revolución digital:

1. Centrarse en problemas que afecten a cientos de millones de personas y solucionarlos bien con potencial de generar millones de usuarios.

2. Desarrollar una ventaja técnica competitiva. Estudiar dónde está la barrera de lo tecnológicamente posible. Elegante experiencia de usuario, algoritmo potente, etc.

3. Foco. Haz una cosa y hazla bien antes de comenzar con la siguiente.

4. Asegúrate de conseguir suficiente tiempo para poder iterar. «Cuando Larry Page compra Android, una empresa de 5 empleados, estaba viendo lo que iba a ocurrir en el futuro. Esta apuesta estratégica es de las más importantes de la historia. Hay que pensar en el largo plazo de forma estratégica».

5. Trabaja duro. La competencia está a un clic de distancia. Crear una ética de trabajo sólida. El esfuerzo y la educación continua son condición necesaria en la revolución digital para ser un gestor eficiente.

En cuanto a la seguridad de los datos, el ponente apuesta por «invertir en proteger la información. Nunca había sido tan fácil entrar en lo que parecían fortalezas infranqueables. Tiene que estar en el radar de empresas que manejan información incluso estar por delante de la ley, hacer un esfuerzo por proteger la información de la mejor manera sin esperar que la ley se lo imponga».

De cara al éxito empresarial, Hernández se decanta por «apuestas tempranas, con visión largoplacista y equipos de talento adecuados. Hay que arriesgar, si no apuestas tu cuenta de resultados, alguien te va a quitar algo más importante que es tu relación con el cliente».

Y mirando al futuro, el experto señala los sectores de la logística, el comercio electrónico o la revolución del blockchain como los drivers que guiarán el rumbo de la industria en los próximos 5 o 10 años.

 

Vodafone conecta el mundo tradicional y el urbano de Rumanía mediante Facebook LiveAnteriorSigueinteLos smartphones rompen corazones (y les ponen después tiritas) en este emotivo spot brasileño

Contenido patrocinado