A mediados de año, Microsoft sorprendió al mundo tirando el anzuelo a la mayor red social de profesionales del mundo, LinkedIn. Más sorprendió después que esta última picara por la exorbitante suma de 26.200 millones de dólares. 

La operación se estimaba cerrar a finales de este año y, con la reciente aprobación de la Comisión Europea, así podría ser. Bruselas ha sido el último organismo regulador que dio luz verde a la adquisición, precedido por Estados Unidos, Canadá, Brasil y Sudáfrica.

Ahora bien, la aprobación viene con algunos requisitos. Microsoft no podrá obligar a fabricantes y distribuidores de PC a incluir la red social por defecto en el sistema operativo de los ordenadores, Windows.

Al mismo tiempo los usuarios de la Unión Europea deberán tener la opción de desinstalar LinkedIn de sus ordenadores en caso de que este apareciera preinstalado. Y tendrán asimismo la posibilidad de comparar la red adquirida por Microsoft con otros servicios antes de proceder a la instalación, tal y como ocurre con el navegador Internet Explorer.

Las condiciones de Bruselas, además, tratan de impedir eventuales sinergias entre las dos que coloquen a Microsoft en una posición dominante. Para ello, la compañía presidida por Satya Nadella deberá asegurar que la competencia de LinkedIn sea compatible con Office y tenga acceso a Microsoft Graph, la interfaz para desarrolladores.

Brad Smith, presidente y CLO de Microsoft, celebra la aprobación de Bruselas en el blog de la tecnológica. Además de acceder a los requerimientos de la Comisión Europea, la compañía se compromete a evitar privilegios a la red social para profesionales. De hecho, la integración entre los perfiles de Office y LinkedIn será opcional, detalla.