El 44% de los usuarios de altavoces inteligentes se va a la cama con ellos

Los altavoces inteligentes y los a menudos indiscretos asistentes de voz alojados en sus entrañas atrapan en sus hipnóticas redes a cada vez más consumidores. Y quienes descubren los múltiples prodigios de estos dispositivos son totalmente incapaces de renunciar a ellos (incluso en los rincones más íntimos de su hogar).

Según un reciente estudio llevado a cabo en Alemania por la agencia digital Beyto, el 62% de los consumidores de más de 18 años dice haber hecho hueco a al menos un altavoz inteligente en su hogar.

Para quienes son (orgullosos) propietarios de un altavoz inteligente éste es mucho más que un mero accesorio decorativo más o menos “cool”. El 82% de los consumidores utiliza con periodicidad diaria estos dispositivos.

La elevadísima intensidad de uso con la que el consumidor utiliza los asistentes de voz se desarrolla, por otra parte, en más de un espacio. Al fin y al cabo, más del 60% de los usuarios posee al menos dos altavoces inteligentes. Y uno de cada cinco tiene en propiedad incluso cuatro o más dispositivos de esta naturaleza.

Los altavoces inteligentes no son tan «cotillas» como parecen a ojos de sus usuarios

En cuanto a la privacidad, esa que según las malas lenguas pisotean supuestamente los altavoces inteligentes, los propietarios de estos gadgets se muestran más bien ambivalentes.

Si bien más del 20% de los usuarios de asistentes de voz se lamenta de que estos dispositivos constituyen un riesgo elevado o muy elevado para su esfera privada, el 35% contempla en ellos únicamente un riesgo medio.

Que los asistentes de voz preocupan (un poco) pero no quitan ni mucho menos el sueño en términos de privacidad a los consumidores lo refleja un dato: el 44% de los propietarios de altavoces inteligentes tiene instalado alguno en el dormitorio. Y el 21% y el 10% les hace hueco asimismo en el baño y en el cuarto de los niños respectivamente.

Pese a la creciente pujanza de los altavoces inteligentes, el 87% de los consumidores confiesa no haber efectuado aún ninguna compra con estos dispositivos. De hecho, el 64% no contempla ni siquiera esta posibilidad.

Quienes se dejan regalar los oídos por los asistentes de voz lo hacen fundamentalmente para escuchar música (60%), gestionar aplicaciones “smart home” (60%) y plantear preguntas al azar (50%).