En Cuba internet quiere dejar atrás la edad de piedra para instalarse en una edad de oro
El turismo en Cuba está viviendo en estos momentos un auténtico «boom». Miles de turistas procedentes de todos los rincones del planeta, pero sobre todo oriundos de Canadá, Europa y Latinoamérica, quieren visitar la isla caribeña antes de que las empresas extranjeras echen las zarpas sobre ella y ésta pierda inevitablemente su encanto.
Sin embargo, quienes desean informar en tiempo real de sus vacaciones en Cuba desde el país liderado por Raúl Castro se enfrentan poco menos que a una misión imposible. Las conexiones a la red de redes son escasas, lentas y caras e internet móvil es hoy por hoy una entelequia en el país caribeño.
En septiembre de 1996 Cuba tuvo por primera vez, vía satélite, acceso a la red de redes de redes. La llegada de internet a la isla se produjo después de denominado “periodo espacial” que sufrió Cuba a principios de los años 90. Durante dicho “periodo especial”, fruto del colapso de la Unión Soviética en 1991 y del recrudecimiento de del embargo estadounidense desde 1992, el PIB de Cuba se contrajo un 50%, y las exportaciones de redujeron un 80%.
Golpeada por una gravísima crisis económica, la Cuba de principios y mediados de los años 90 tuvo que apretarse el cinturón y adoptar durísimas medidas de ahorro, unas medidas de ahorro que se cebaron particularmente con las telecomunicaciones y, por ende, con internet. Antes del “periodo especial” Cuba era un país puntero en el universo de las telecomunicaciones que desarrollaba incluso sus propios sistemas operativos para ordenadores.
A partir de 1994 la grave crisis económica iniciada en 1991 comenzó a dar síntomas de mejoría, pero el daño ya estaba hecho y Cuba estuvo durante años desconectada de la red de redes.
En el año 2013 entró por fin en funcionamiento el cable submarino ALBA-1 y se puso punto y final a la dependencia de las satélites para conectarse a internet en Cuba. Desde entonces se han abierto en el país latinoamericano 118 cibercafés y el pasado mes de julio Cuba inauguró 35 redes Wi-Fi en parques y zonas particularmente frecuentadas.
Aun así, a Cuba le queda aún un largo camino por recorrer para ser de verdad un país conectado. ¿El principal obstáculo? Los limitados recursos económicos de la población para acceder a dispositivos con conexión en internet. A finales de 2014 había única y exclusivamente 533.900 ordenadores con conexión a internet en Cuba. Sin embargo, y dejando a las claras que en la isla internet es un bien que se comparte, había en 2014 3 millones de internautas. Cuba tiene actualmente una población de más de 11 millones de habitantes.
Los accesos privados a internet están hoy por hoy en Cuba fundamentalmente en manos de personas que, por su profesión o su rol dentro de la sociedad, necesitan particularmente conectarse a la red de redes. Hablamos fundamentalmente de médicos, periodistas, profesores, empresarios y estudiantes.
Sin embargo, la idea es que esta situación cambie muy pronto. En junio de 2015 Cuba presentó un ambicioso plan para la ampliación de las conexiones a internet dentro de la isla. La intención es que en 2020 haya conexión a internet en el mayor número posible de hogares privados y que los costes para conectarse a la red no superen en ningún caso el 5% de los ingresos mensuales medios de los cubanos. El siguiente paso es la introducción de redes 3G y 4G en el país caribeño.
Aun así, internet sigue siendo en la actualidad prácticamente un bien de lujo en Cuba. Una hora de conexión en un cibercafé cuesta aproximadamente 2 dólares. Con todo, y a pesar de lo elevado del precio, los cibercafés suelen estar llenos hasta la bandera en la isla.
En Cuba, donde hasta hace poco internet era poco más que un espejismo, hay cada vez más enamorados de las nuevas tecnologías. De hecho, en la isla caribeña estamos asistiendo en los últimos tiempos al nacimiento de una suerte de Silicon Valley que promete dar mucho que hablar en el futuro.