El papel de Europa en la actual revolución digital
Para no morir de irrelevancia digital Europa debe salir de su zona de confort y arriesgar
En un panorama digital dominado en la actualidad por empresas oriundas del otro lado del charco, ¿cuál es papel que le toca a Europa? En torno a esta pregunta, de índole inevitablemente peliaguda, giró la ponencia que pronunció el pasado sábado en el marco de la conferencia digital DLD el ministro alemán de Asuntos Exteriores Sigmar Gabriel.
“Hace 600 años Europa era el continente que iba al resto de continentes para conquistar y explorar nuevas oportunidades. ¿Qué escribirán los historiadores sobre la Europa actual, sobre el papel de nuestro continente en la era digital?”, no pudo evitar preguntarse Gabriel.
Desde el punto de vista de Gabriel la digitalización no sólo vuelve completamente del revés la economía, la sociedad y nuestras propias vidas. Tiene también importantes repercusiones geopolíticas. ¿Un ejemplo? La cruenta batalla que hay actualmente entre Estados Unidos y China para dominar las que parecen ser las tecnologías que más impacto tendrán en el futuro: la inteligencia artificial y el “supercomputing”.
El modelo tecnológico de Estados Unidos es absolutamente libertario. En cambio, el modelo chino es un modelo gubernamental apoyado por el capitalismo. A la vista de este nuevo escenario (terriblemente inquietante) Gabriel teme que nuestro actual orden liberal corra el peligro de desinflarse por completo por culpa de la guerra fría tecnológica que se divisa en el horizonte.
Según el ministro Gabriel, la revolución digital aloja en su seno grandes oportunidades pero también un buen puñado de desafíos en temas que conciernen directamente a las relaciones comerciales, la política de seguridad, los derechos humanos y los derechos internacionales.
En opinión de Gabriel, en el actual y competitivo contexto tecnológico Europa está obligada a asumir más riesgos. “¡Tenemos que cambiar de actitud!”, urgió Gabriel. Es preciso que el viejo continente abrace cuanto antes la revolución digital. “En tiempos inciertos como los actuales deberíamos mirar hacia delante tan lejos como fuera posible”, apostilló el ministro.