En la nueva era digital la inteligencia no es una cualidad reservada única y exclusivamente a los seres humanos. Esta virtud también campa a sus anchas en los productos electrónicos. Y lejos de temer a estos productos y a su inteligencia, los consumidores beben los vientos por ellos. Así lo concluye al menos un reciente estudio llevado a cabo en Alemania por la entidad financiera Creditplus y el instituto de investigación de mercados Toluna.

El 10% de los consumidores desea lucir en su muñeca un reloj inteligente en un futuro próximo (entre finales de 2015 y principios de 2016). Y no sólo eso. Uno de cada seis planea comprar asimismo una Smart TV durante los próximos tres meses.

Los “gadgets” inteligentes tienen, eso sí, más pegada entre los hombres que entre las mujeres. Mientras uno de cada cinco hombres comprará próximamente una Smart TV, sólo una de cada diez mujeres hará lo propio.

Cuando entran en escena los cada vez más omnipresentes smartwatches, los hombres son también mucho más receptivos a estos dispositivos que las mujeres. El 13% de los hombres comprará un reloj inteligente durante estas Navidades. Entre las mujeres este porcentaje se reduce a la mitad.

Los consumidores más predispuestos a tirar de chequera a la hora de comprar tecnología inteligente son los jóvenes de entre 22 y 34 años. El 29% tiene en mente adquirir próximamente una Smart TV y el 23% comprará un smartwatch.

No sabemos si espoleados o no por la creciente “inteligencia” de los productos electrónicos, la mayor parte de los consumidores no prevé recortar en gastos a la hora de invertir en tecnología. Sólo una tercera parte de los consumidores optará por apretarse el cinturón en este sector de cara al próximo año.