Pese a la constante aparición de nuevos y sofisticados dispositivos tecnológicos para consumir contenido audiovisual, la televisión tradicional está más viva que nunca.

Los datos no dejan lugar a dudas. La semana pasada, la plataforma de steaming TiVo dio a conocer los resultados de una encuesta realizada entre los integrantes de la conocida generación millennial.

La conclusión más sorprendente que se desprende del informe es que los millennials todavía prefieren consumir programas de televisión antes que otro tipo de contenidos online.

De hecho, un 73% de estos nativos digitales ve la televisión aunque no esté suscrito a un proveedor de televisión de pago o a una plataforma de streaming, como Netflix, TiVo o Hulu.

Por su parte, GlobalWebIndex realizó otra encuesta entre los internautas de 16-64 años de edad en Reino Unido. Los resultados de su investigación confirman la tendencia: el constante crecimiento del vídeo (imparable desde 2012) no se traduce en una disminución en el consumo de televisión tradicional.

La brecha entre ambos formatos sigue siendo amplia. En los últimos 4 años, los espectadores de todas las edades han consumido cuatro veces más televisión que vídeos digitales.

Si bien es cierto que no se han encontrado diferencias significativas entre los distintos grupos de edad encuestados, el consumo de televisión es ligeramente superior en aquellos espectadores que tienen hijos, dado que suelen pasar más tiempo en casa.

De media, un espectador ve la televisión 2 horas y 47 minutos al día, mientras que solo dedica 45 minutos a la visualización de vídeos online. En definitiva, al vídeo digital aún le queda un largo camino por recorrer antes de alcanzar (y superar) a la televisión tradicional.