
Digital MarketingX-Road, el artífice del estado 100% digital de Estonia
X-Road, la llave que abre la digitalización de los estados
X-Road, la espina dorsal de los estados a la vanguardia de la digitalización
Parapetada tras la asombrosa digitalización de Estonia está X-Road, una empresa que sirve de nexo digital entre las autoridades y los ciudadanos del país báltico.
En Estonia prácticamente todo contacto con el estado es de naturaleza digital, desde la formalización de la declaración de la renta hasta la adquisición de un simple ticket de parking. Parapetada tras la asombrosa digitalización del país báltico está X-Road, una empresa que sirve de nexo digital entre las autoridades y los ciudadanos de Estonia.
Estonia se independizó de la Unión Soviética en 1991, después de 51 años bajo el yugo de la antigua URSS. Y pocos años después, a finales de los 90, los fundadores de X-Road sentaron ya los cimientos de Estonia como modelo de estado digital.
«Edificamos nuestro sistema administrativo desde cero», explica Uuno Vallner, uno de los pioneros de X-Road. Sin embargo, Vallner recuerda que en el diseño de la digitalización de Estonia emergió un problema en absoluto baladí: que el intercambio de datos entre las autoridades era extraordinariamente oneroso.
Se hacía necesaria, por lo tanto, una solución tan económica como segura. «No teníamos dinero para redes de cable», recuerda Vallner, que entre 1993 y 2001 trabajó como consultor del Departamento de Sistemas de Información del Ministerio de Economía. «Decidimos entonces que los datos serían los reyes», señala. «Queríamos enviar datos por la red de redes y protegerlos con la ayuda de un software ad hoc«, añade.
X-Road es un software de código abierto
Estonia se propuso que la infraestructura sobre la que estaba trabajando fuera segura, sencilla y de código abierto. Y son estas tres características las que determinaron en último término el diseño de X-Road, tal y como recoge T3N.de.
El eje central de X-Road son las denominadas llaves individuales. Cada autoridad, cada ciudadano, cada compañía tiene una suerte de gemelo digital, un ID absolutamente único. Y apoyándose en los servidores de doble seguridad de X-Road es posible intercambiar datos entre dos partes sin tener que recurrir en ningún momento a un servidor de terceros.
No hay informes duplicados de datos en X-Road. Esta posibilidad está prohibida de manera tajante por la ley. «Cada autoridad conoce solo parte de los datos a los que accede. El departamento de salud conoce los datos relativos a la salud, el de población se encarga de registrar a los residentes en el país y la autoridad de tráfico compila datos de tráfico», apunta Vallner.
Los ciudadanos conocen en todo momento quién está utilizando sus datos y con qué propósito. Con su ID pueden conectarse a un portal online y tener acceso a sus datos. De esta forma, los errores son de detección y de notificación mucho más sencilla. La transparencia y la eficiencia caminan en este caso de la mano. Al fin y al cabo, X-Road es un software de código abierto con el último objetivo de que todo el mundo tenga acceso a él.
X-Road se inauguró como una herramienta de código abierto en el plano legal pero no el plano práctico (debido a no pocas discusiones con los agentes de seguridad de Estonia). Y el software no se publicó en GitHub hasta 2016 valiéndose de la licencia de código abierto de MIT.
Hoy por hoy la infraestructura de X-Road está abierta también a compañías privadas. Unos de los primeros socios importantes de X-Road fueron, de hecho, los bancos.
X-Road está presente hoy por hoy en toda un plétora de estados
En 2006 solo el 3% de los ciudadanos estonios había utilizado los servicios de naturaleza online para comunicarse con las autoridades. Pero poco después dos importantes bancos reemplazaron los códigos de pin por la identificación digital. Y en apenas tres años el uso de los servicios online por parte de los ciudadanos escaló hasta el 40%. A día de hoy el 99% de todos los ciudadanos estonios contacta con las autoridades de manera 100% digital.
Estonia y Finlandia han trabajado codo con codo en el desarrollo de X-Road desde 2013. Y en 2017 ambos países daban luz al Instituto Nórdico para Soluciones de Interoperabilidad. Desde entonces este organismo vela por el desarrollo de la comunidad X-Road, que actualmente está activa en todo el mundo.
En 2016 las Islas Faroe y El Salvador se convirtieron en los primeros países distintos de Estonia y Finlandia en implementar en sus dominios X-Road. En la actualizan emplean también este software países como Azerbaiyán, Australia, Chile o Sudáfrica y Naciones Unidas quiere comenzar a utilizar X-Road como para expedir certificados digitales de vacunación.
¿Es entonces X-Road una suerte de fórmula mágica para solventar los problemas de los políticos (que no son pocos precisamente)? Lo cierto es que es que no. La implementación exitosa de X-Road exige mucho trabajo de desarrollo y hay que definir adecuadamente quién tiene determinados derechos y qué actores tienen potestad para intercambiar datos.
Solo cuando se han hallado respuestas para estas y otras preguntas X-Road puede realmente entrar en juego. Todo cambio técnico debe ir precedido, al fin y al cabo, de un cambio de mentalidad. De lo contrario, estaríamos construyendo la casa por el tejado.