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LOS NEWSLETTERS ELECTRÓNICOS MARCAN LA DIFERENCIA

Redacción

Escrito por Redacción

La prestigiosa Universidad de Stanford ha comprobado que los newsletters electrónicos que envían a sus alumnos aumentan sus donativos. Durante años, la comunicación entre la institución y sus estudiantes se canalizó a través de una revista bimensual de 150 páginas, hasta que en octubre de 1998 se lanzó el @Stanford, un newsletter electrónico gratuito y mensual con noticias, investigaciones y eventos relacionados con el campus. En un principio se envió a 10.000 alumnos, previamente registrados a través de la web www.stanfordalumni.org. Desde mayo de 1999 esta publicación se manda también a 20.000 postgraduados y a partir de julio además a los alumnos que solicitan una cuenta gratuita de correo.

En septiembre de 1999 el boletín consiguió más de 36.000 suscriptores y el director de investigaciones de mercado de Stanford, Jerold Pearson, decidió que ya era hora de analizar la base de suscriptores. Los resultados, recogidos en el informe “Stanford and Alumni Giving”, son:

– Entre los estudiantes y los graduados con dos títulos suscritos al newsletter, el porcentaje de donantes en el año 2000 fue del 49% mientras que sólo el 34% de los miembros de este segmento que no recibían el boletín contribuyeron económicamente a la institución.
– El 32% de los suscritos al newsletter electrónico que sólo hacían donativos ocasionales contribuyó económicamente a la universidad. Sólo el 22% de los benefactores ocasionales no suscritos hizo donativos.
– Un 13% de quienes recibían esta publicación hicieron su primer donativo, cuando entre los no suscritos al boletín este porcentaje se redujo al 5%.
– El segmento de los graduados con un título universitario resultó ser el más difícil. Aún así, el 29% de los suscritos al boletín hizo un donativo en el año 2000, frente a sólo el 17% de quienes no lo recibían. También se obtuvieron porcentajes superiores entre los lectores del boletín en todos los demás segmentos –antiguos benefactores, donantes ocasionales, primeros donativos-.

Además, el newsletter electrónico afectó a la cuantía de los donativos, tanto entre los estudiantes de Stanford como en los graduados con dos títulos de la universidad. La aportación media fue siempre mayor entre aquellos que recibían el boletín.

Como conclusión, se decidió destacar la suscripción al boletín electrónico en un lugar predominante de la web y suscribir a todos los estudiantes y amigos de Stanford.

 

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