Tsung Chin-Khsen, un diseñador chino, ha desarrollado unas baterías desechables, una especie de «cápsulas» que tienen una carga determinada de batería en su interior. Estos cargadores desechables son acumuladores de energía construidos en cartón y que tienen en su interior una placa en la que se sitúa la salida que se engancharía al móvil para darle un extra de batería al smartphone al que lo conectemos.

La idea de este diseñador ha sido desarrollar 3 tipos de cargador, que pueden sumar 2, 4 ó 6 horas extra al teléfono móvil al que lo conectemos. Además, estos pequeños dispositivos, llamados Mini Power, están pensados para que se puedan reciclar o enviar a la empresa o tienda en la que se han comprado.

Chin-Khsen se ha basado en las bio baterías de Sony que constan de un sistema que hace que estas baterías se puedan cargar gracias a la glucosa que se encuentra en el papel del cartón que las recubre. Esta idea es todavía un proyecto, ya que es difícil de llevar a cabo, pero ya ha recibido un reconocimiento en forma de premio de los Red Dot Awards que han premiado su diseño.