Muchos creen que la personalización es la tabla de salvación de la publicidad, pero lo cierto que a ojos del consumidor de a pie la publicidad personalizada es más inquietante que otra cosa.

No en vano, y según un reciente estudio llevado a cabo en Estados Unidos por la empresa de investigación de mercado Ipsos y la compañía especializada en la gestión de la privacidad de los datos TRUSTe, el 68% de los usuarios de smartphones no oculta su temor por la posibilidad de que los anunciantes rastreen sus actividades online y utilicen los datos recopilados para lanzar campañas de publicidad personalizada.

Uno de cada tres usuarios de teléfonos inteligentes asegura, de todos modos, que la información disponible en AdChoices, un programa diseñado para dar mayor control a los internautas sobre la publicidad personalizada que llega a sus ojos, y la posibilidad de dar (o no) su consentimiento expreso a los anunciantes para recibir campañas de behavioural marketing, contribuiría a mejorar sustancialmente su opinión de los anuncios personalizadas.

Quizás por ello, y en vista de la creciente preocupación del internauta por la publicidad personalizada, la presencia del icono de AdChoices en el universo online se ha incrementado hasta llegar al 37% durante el último año, frente al 21% del año pasado.

La preocupación del consumidor por su privacidad online no es ni mucho menos un asunto baladí. El 77% de los consumidores moderó su actividad online durante el año pasado como consecuencia de su desasosiego por el escaso control de su privacidad online.