Starbucks lanza un asistente virtual en su app para realizar pedidos por voz
Los asistentes virtuales ya son una realidad. Han sido muchas las compañías que ya se han apuntado a la tendencia de crear un servicio de pedidos basándose en esta nueva tecnología.
Domino’s o Taco Bell son algunas de las que han revolucionado a los usuarios permitiéndoles hacer sus encargos de una manera diferente e innovadora.
Ahora es Starbucks quien también apuesta por esta estrategia lanzando una herramienta, dentro de su app My Starbucks barista, que permite a los usuarios hacer su pedido, modificarlo y pagarlo a través de la voz.
Además, la compañía de Seattle también lanzará una herramienta para la asistente de Amazon, Alexa, que permita también realizar pedidos hablándole a Echo o a cualquier otro dispositivo que integre el sistema. Así, bastará con pedirle a Alexa que pida el producto favorito del usuario para hacerlo efectivo.
Así, la nueva herramienta utiliza inteligencia artificial para el proceso de pedidos a través de una nueva interfaz de la app. Los usuarios pueden también interactuar con el asistente virtual a través de mensajes, de la misma manera que con un chatbot.
«La experiencia Starbucks se construye en la conexión personal entre nuestro barista y el consumidor, por lo que todo lo que hacemos en nuestro ecosistema digital debe reflejar esa sensibilidad», asegura Gerri Martin-Flickinger, chief technology officer de la compañía en un comunicado.
La nueva función estará disponible inicialmente para 1.000 consumidores en Estados Unidos en el sistema iOS como primera fase de prueba y con la intención de ampliarlo a móviles Android a lo largo de este año.
Estas novedades llegan a la compañía como parte de una estrategia basada en la apuesta por la innovación que comenzó con el lanzamiento de su app consiguiendo posicionarse como líder en términos de tecnología y pago móvil.
«Nuestro equipo está centrado en asegurar que el asistente de voz de la app de Starbucks sea realmente personal y encontrar un socio como Amazon para testar sus capacidades era muy importante», añade Martin-Flickinger.