Un tribunal federal ratifica la sentencia que impide a Trump acallar opiniones contrarias

Twitter se ha convertido en el altavoz favorito del presidente de Estados Unidos Donald Trump. El magnate utiliza la red social para difundir esos mensajes más polémicos que quizá no tendrían cabida en una televisión o un periódico.

Sin embargo, esta libertad de la que disfruta Trump en la red social del pajarito, también es un derecho para aquellos detractores que le critican, le atacan e incluso le insultan.

Una oposición que el mandatario no podrá silenciar tras la sentencia de un tribunal federal de apelaciones con sede en Nueva York que califica de inconstitucional el bloqueo de usuarios por parte del presidente.

El juez Barrington Parker se remite a la Primera Enmienda, que hace referencia a la libertad de expresión, para argumentar su decisión. “Si la Primera Enmienda significa algo, significa que la mejor respuesta al discurso desfavorecido en asuntos de interés público es más diálogo, no menos», señalaba el magistrado.

Una premisa que no solo se aplica al presidente del país, sino a cualquier funcionario público que utilice las redes para propósitos oficiales. Así, la sentencia recuerda que la Constitución no permite que “se excluya a las personas de un diálogo porque expresan opiniones con las que el funcionario no está de acuerdo».

De esta manera, se ratifica la decisión del tribunal federal del Distrito Sur de Nueva York que, en el mes de mayo de 2018, calificó de discriminatorio el bloqueo de los usuarios que manifiestan opiniones contrarias al entender que los tuits de Trump tienen una naturaleza gubernamental.