Las redes sociales luchan contra la desinformación sobre el coronavirus
Google crea una estrategia para luchar contra la desinformación sobre el coronavirus
Las redes sociales crean diferentes estrategias para luchar contra la desinformación sobre el coronavirus y aconsejar a los usuarios sobre las técnicas recomendadas.
Con el aumento de las personas infectadas en Italia, el coronavirus se ha extendido definitivamente a Europa. Por el momento se conocen más de 200 personas infectadas en el norte del país italiano y siete víctimas mortales a causa de esta enfermedad que está desplegando un miedo entre la sociedad.
Aunque los mayores riesgos lo sufren las personas ancianas y afectados por enfermedades anteriores, la situación ha provocado que todo el mundo quiera más información sobre el virus. La necesidad de sentirse seguro lleva a la gente a investigar en internet, un método algo peligroso teniendo en cuenta las fake news que pueden provocar desorden y pánico.
España se ha convertido, según Eldiario.es, en el quinto país donde más búsquedas se han hecho del término «coronavirus» en las últimas 72 horas. Europa también recibe esta preocupación por parte de sus vecinos, ocupando los puestos superiores en búsquedas. De esta forma, Italia se encuentra en primer lugar, seguido de Suiza y Rumanía.
Las principales plataformas digitales ya se han hecho responsables de esta preocupación y han adoptado diferentes estrategias para informar a sus usuarios. De esta forma, intentan desvelar la información contrastada y veraz de cuentas y páginas oficiales.
Google en concreto ha tenido que activar un mecanismo de emergencia denominado «panel de conocimiento«. Esto es contenido destacado en su buscador a la hora de escribir «coronavirus» proveniente de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que dice: «lávese las manos frecuentemente con un desinfectante de manos a base de alcohol o con agua y jabón».
Después de este recordatorio, la primera página en aparecer en el buscador es la OMS. Esta estrategia se ha implementado con el fin de combatir la desinformación e invisibilizar los contenidos falsos o peyorativos. El contenido del panel, además, se genera a partir del contenido de la web a través de un algoritmo.
El inconveniente de esta metodología es que, al buscar términos más técnicos como «covid» o «covid Italia», en lugar de «covid-19», la página oficial de la OMS desaparece del buscador.
En el caso de YouTube, página más buscada en Google, ha sido acusado por investigaciones independientes de dirigir la navegación hacia contenidos más externos y desinformados. Todo ello tras un intento de atrapar la atención del usuario, lo cual no ha pasado desapercibido para el gigante digital.
De hecho, la multinacional ha afirmado que sus directrices prohíben los vídeos que promueven métodos que no tienen fundamentos médicos para prevenir el coronavirus. Su estrategia se basa en eliminar lo que viola los términos de uso, ocultar lo que se acerca a la línea roja, aunque no la cruce, y priorizar las fuentes fidedignas cuando se busca un término clave.
Instagram, por su parte, ha tomado una medida más intrusiva. Al buscar el término en su plataforma, esta muestra un mensaje que invita al usuario a consultar la página oficial de la OMS. Además, le dirige a la versión en inglés del organismo, lo que supone una barrera a la hora de acceder a la información útil y hacer que lo intenten en otras fuentes. Lo mismo pasa en Facebook. Sin embargo, ninguna de las dos redes sociales impide que se creen cuentas, páginas o grupos con nombres clave como «coronavirus info», las cuales ganan seguidores rápidamente y es posible que se conviertan en un posible foco de desinformación.
Twitter es la red social con la estrategia más específica. La plataforma ha desarrollado un sistema de alertas que intercepta el usuario cuando busca un término clave y le informa sobre la cuenta oficial del Ministerio de Sanidad (@SaludPublicaEs) y le aconseja visitar su página oficial. Además, no es la primera vez que la plataforma activa este protocolo, sino que ya se ha usado en términos como «suicidio», creando un sistema de alerta que informa al usuario sobre el Teléfono de la Esperanza.