PewDiePie o los riesgos a los que las marcas se exponen en el marketing con influencers
A no ser que haya desconectado de la actualidad en la última semana, debe estar familiarizado ya con el caso de PewDiePie. El YouTuber sueco, de nombre Felix Kjellberg, lanzó en su canal varios vídeos de contenido antisemita. A lo que Disney respondió rompiendo su relación comercial con el artista. Mientras YouTube le penalizaba cancelando un programa con él, además de eliminarle de la implantación preferente de publicidad.
Y no hablamos de un youtuber cualquiera. PewDiePie lleva años encabezando los artistas de la plataforma audiovisual de Google por número de suscripciones a su canal. A día de hoy supera los 53 millones de suscriptores y acumula más de 14.700 millones de visualizaciones. Lo cual le valió ser uno de los pioneros en el programa de emplazamiento publicitario preferente de YouTube. Si bien, según adelantamos antes, la plataforma cesó el contrato.
El escenario actual reabre un nuevo debate sobre el influencer marketing. ¿Hasta qué punto deben las marcas dejar libertad creativa a los artistas en aras de su posicionamiento? ¿Dónde está el límite entre el contenido viral y la ética?
Para responder a tales preguntas nos remontamos a las respuestas de varios expertos del influencer marketing en AdWeek; Devon Wijesinghe, CEO de InsightPool, así como James Nord, CEO de Fohr Card.
El director general de InsightPool expuso decididamente que “los marketeros todavía no han asumido que están tratando con humanos y emociones, y personas que siguen a los influencers precisamente por tales sentimientos”.
Los influencers, por su parte, “se han convertido en algo intrínsecamente ligado a las marcas que publicitan. Trabaje o no con ellos por el paid marketing, o bien se anuncie en sus vídeos, los estándares de veto debe ser cada vez mayor” expuso Wijesinghe.
A ojos de Nord, sin embargo, la controversia suscitada a raíz del cese publicitario de Disney y YouTube a PewDiePie no debe servir como catalizador de los temores de una industria de por sí recelosa a este tipo de estrategia de marketing.
El auge de los infuencers como nuevas estrellas
No es ninguna novedad que las estrellas del mundo del cine y la televisión aparezcan un día como embajadores de marca y al día siguiente salten a los titulares por su último escándalo. El sector lo ha asumido ya.
Ahora la figura del influencer, según detalló James Nord a AdWeek, reemplaza a la de las celebrities. Y, pese a que normalmente el riesgo de las marcas es menor por una vinculación también menor a los artistas, lo cierto es que las críticas son similares en internet.
Así, las redes sociales se han tornado la vía idónea de expresión de algunos usuarios desencantados con las marcas. Usuarios que, lejos de seguir por su afinidad con ellas, observan con lupa cada movimiento para criticarlo. Verdaderos trolls.
PewDiePie, de viral a irreverente
Y, de vuelta a PewDiePie, no podemos sino hacer notar el caso de una persona cuyo afán de alcanzar la viralidad se impuso a la creación de contenido relevante y respetuoso. En un comunicado público, declaró: «Creo vídeos para mi audiencia. Pienso en el contenido creado como entretenimiento, y no como un lugar para el comentario político serio. Aunque no fuera mi intención, entiendo que esos chistes fueran verdaderamente ofensivos”.
Ya a finales de diciembre el sueco levantó las iras de algunos anunciando que eliminaría su canal de YouTube tras un supuesto boicot de YouTube. Según detalló, la plataforma estaría tratando de fomentar canales nuevos disminuyendo la notoriedad del suyo. A las horas, resultó que su anuncio era una mera estrategia de captación. Y si entonces la red pasó por alto los aires de grandeza del artista, parece que ahora las marcas le empezarán a poner freno.