Si Iggy Pop fuese el Dios de la publicidad, estos serían sus (estrambóticos) mandamientos
Salió al escenario de Cannes Lions 2016 advirtiendo sobre su escaso conocimiento sobre el sector. Sin embargo, terminó dando lecciones a los más grandes anunciantes sobre cuáles son las mejores maneras de conseguir el beneplácito de la audiencia. Y es que, si de algo sabe el rockero Iggy Pop es de éxito.
Con una larga carrera a sus espaldas, el artista ha apartado la música por unos minutos y se ha enfundado en un traje a medida de director creativo y nos ha dejado algunas para la posteridad.
Si Pop se estuviese a las riendas de Volkswagen lo tiene claro, acudiría al humor como salvación contra la crisis de imagen que está atravesando la marca tras la polémica de las emisiones.
Ha dado además, algunas estrambóticas ideas como meter a varias mujeres vestidas de dominatrix en un coche de la compañía con un cartel que diga «travieso» o tratar de llevar a cabo retos para comprobar la capacidad de los automóviles metiendo gente dentro.
Dicen que lo bueno si breve, dos veces bueno y parece que el cantante se lo ha tomado al pie de la letra. Esta vez se ha dejado caer un eslogan para BMW, una marca de su agrado a juzgar por su mensaje de llamada a la acción: «Fucking buy a fucking BMW». En este caso la traducción no tiene cabida, más claro agua.
También ha dedicado unas duras palabras para la marca de cerveza AB-InBev asegurando que sus nuevos anuncios no muestran más que bares de mala muerte y gente guapa y lanzando una reivindicación para recuperar el icónico imaginario de la marca pues, «ahora no me dice nada», asegura el cantante.
Y el spot que sí le dice algo, es el de Carl’s Jr., que protagoniza Paris Hilton ataviada con un escueto bikini. Aunque Iggy Pop no ha explicado el porqué de su elección, podrá imaginarse las razones.
Los que han salido peor parados han sido los ejecutivos publicitarios a los que el cantante ha calificado de «curas de vudú» y los marketeros del mundo discográfico de los que ha asegurado «tienen tres caras, dos bocas y diez tipos de ética».