Hace unas semanas empezó a hablarse de un nuevo producto, AppMachine, una herramienta que permite a los usuarios crear su propia aplicación móvil. No generó mucha expectación hasta que demostró que su fundador y CEO Siebrand Dijkstra había logrado crear uno de los productos más potentes y ricos en funciones hasta la fecha.

Hoy mismo, después de 18 meses en los que Dijkstra y sus 18 empleados han estado trabajando sin descanso en la AppMachine, finalmente ha celebrado su puesta de largo en el Mobile World Congress con el objetivo de trasnformar por completo el mercado “crea tu propia aplicación móvil” que ya controlan compañías como Mobile Roadie y Southern.

La AppMachine es única, en primer lugar porque a diferencia de muchos creadores de aplicaciones que confían en HTML5, presume de producir aplicaciones nativas para iPhone y Android. Además, apuestan por el precio único. En lugar de cobrar mensualmente a sus usuarios, la compañía ha apostado por cobrar un precio único para cada app publicada, que varía entre 399 euros y 600 euros en función de la versión a la que se suscriba la empresa, aunque lo cierto es que con la versión más básica la mayoría de las empresas pueden crear una aplicación más que respetable.

Por otro lado, es potente, pero simple al mismo tiempo. Si después de dos años de desarrollo lo propio es esperar un producto potente, AppMachine no sólo es funcional sino que también hace que todo sea verdaderamente simple para empresas, pero también para las agencias que quieran desarrollar aplicaciones para sus clientes. Con AppMachine es posible crear una app a partir de plantillas, o desde cero, aprovechando todo tipo de integraciones para noticas, productos, servicios de localización, redes sociales, fotos y vídeos.