5 consejos para mejorar el packing para retail

Cuando escuchamos la expresión «packing» (packaging), automáticamente nuestra mente nos lleva a pensar en embalajes de cartón o plástico. Pero la realidad es que este concepto va mucho más allá. De hecho, cada vez toma más relevancia en el mundo del marketing.

Por ese motivo, empresas como Smurfit Kappa se esfuerzan en mejorar el embalaje de los productos expuestos en el lineal y que así las marcas cuenten con una estrategia firme y consolidada. Por eso, esta compañía comparte cinco consejos (denominados easies) que las marcas deberían seguir para conseguir garantizar el éxito en el lineal.

Y es que en el mundo del embalaje no todo vale. El tiempo en encontrar el producto en el almacén, las veces que el reponedor ha roto el embalaje al abrirlo, el tiempo empleado para exponerlo en el lineal o el coste que supone esa pérdida de tiempo son algunas de las cuestiones que todo profesional se tiene que hacer en algún momento. A esto deberemos añadir la imposibilidad de reciclarlo.

Todos son problemas reales que suceden en el día a día de los profesionales del retail. Y ocurre normalmente por la falta de ajuste entre el embalaje y las necesidades del consumidor. El resultado es perjudicar de manera directa a la imagen de marca, además de al posicionamiento, que se debilita frente a la competencia por la mala experiencia que genera en el cliente.

Ahora bien, la solución existe y Smurfit Kappa la ha resumido en cinco “easies” que se aplican tanto al diseño como a la fabricación de embalaje en cartón ondulado para retail:

1. Fácil de identificar

El embalaje deberá ser fácil de identificar por la persona interesada. Así, la personalización del embalaje secundario a través de la impresión facilita al retailer su identificación dentro del almacén y en el lineal.

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2. Fácil de abrir

El segundo consejo de Smurfit Kappa es que sea fácil de abrir, aunque sin perder robustez. El objetivo es que, al manipularlo, el empleado del retailer no rompa ni deteriore el embalaje o su contenido. Esto supone también un importante ahorro de coste en relación al tiempo invertido.

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3. Fácil de colocar

En tercer lugar encontramos la colocación, que deberá ser rápida en el lineal y facilitar su posterior reposición.

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4. Fácil de comprar

Está claro que el embalaje deberá captar la atención del consumidor final y facilitar el acceso al producto. Esto se traduce en una compra fácil, que el consumidor pueda hacer de manera sencilla y cómoda.

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5. Fácil de reciclar

La sostenibilidad ha pasado a formar parte del día a día de todo consumidor, por lo que, tras su último uso, el retailer deberá poder colapsarlo con facilidad para reciclarlo. Así, los fabricados en base de papel son reciclables, renovables y 100% biodegradables.

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Ahora ya puedes comprobar si el embalaje de tu empresa cumple con estos cinco consejos de Smurfit Kappa. En caso negativo, la empresa se ofrece a crear el embalaje que realmente necesita tu marca para que tu producto e imagen no salgan perjudicados.

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