El impacto de los coronavirus en las agencias
Así agua la fiesta a las agencias el COVID-19
Las agencias esperan que su volumen de nuevo negocio se contraiga un 30% durante los próximos meses como consecuencia de la pandemia del COVID-19.
A pesar del coronavirus la vida sigue adelante en las agencias (si bien lo hace de manera radicalmente distinta). La pandemia promete inocular cambios de primerísima magnitud en las agencias, que no se irán ni mucho menos de rositas de una crisis que resquebrajará en buena medida sus estructuras para dejar paso a otras nuevas (quizás mejores).
En torno al impacto del COVID-19 en el universo de la agencias pivota precisamente un reciente informe global de la consultora Ad World Masters, afincada en Dublín (Irlanda).
A bote pronto el efecto más visible del coronavirus en las agencias es que ha arrojado de manera forzosa a sus empleados en los brazos del teletrabajo. Los trabajadores de la mayor parte de las 250 agencias consultadas en su estudio por Ad World Masters trabajan actualmente desde casa (a tiempo completo y a tiempo parcial).
Sorprende, no obstante, que cuanto más grandes son las agencias más pequeña es la proporción de empleados que se acogen al «home office». Mientras más del 90% de los trabajadores de las agencias con una plantilla de hasta 100 empleados trabaja ya desde casa, este porcentaje desciende hasta aproximadamente el 80% en el caso de las agencias con plantillas más populosas.
El «home office», la norma actualmente en la mayor parte de las agencias
A nivel global la región donde más apuestan las agencias por el teletrabajo es Norteamérica (94,5%), seguida de cerca por Europa (92,4%). En Asia solo el 76,7% de las agencias ha abrazado ya el «home office», mientras que en África esta cifra es tres puntos porcentuales menor.
En términos generales las agencias consideran que están bien equipadas para ampararse en el «home office». En una escala de 1 (no preparadas) a 10 (perfectamente preparadas) las agencias se conceden a sí mismas una puntuación media de 8,5 puntos.
Así y todo, el hecho de que sus operaciones se hayan mudado a los hogares de sus empleados es solo 100% ajeno a los problemas en menos del 10% de las agencias.
Una tercera parte observa problemas en la comunicación y en la cooperación entre los trabajadores y el 23,4% teme problemas de naturaleza técnica (como las interrupciones en las comunicaciones telemáticas y las dificultades par compartir grandes cantidades de datos).
A ojos del 12,6% de las agencias el mayor desafío del «home office» es mantener alta la moral y la motivación del equipo.
Las agencias ven peligrar aproximadamente el 50% de sus proyectos
En cuanto a los efectos del COVID-19 en su negocio, las agencias tienen motivos para no dejarse llevar por el pánico (por ahora) y también para ponerse a temblar como un flan. En aproximadamente la mitad de los proyectos las agencias no esperan cambio alguno (o si acaso solo pequeñas modificaciones). El resto de proyectos penden, sin embargo, de un hilo. En el 41% de sus proyectos las agencias esperan efectos negativos emanados del virus. Y el 14% de los proyectos podrían ser directamente cancelados.
Con la vista puesta en el futuro, las agencias no echan lógicamente las campanas al vuelo. Y esperan que su volumen de nuevo negocio se contraiga un 30% durante los próximos meses.
Algunas agencias creen que en algunos mercados (los más fustigados por el coronavirus) entre el 20% y el 50% de las agencias podrían caer víctimas de la crisis.
Aun así, no pocas agencias tienen el pleno de convencimiento de que habrá una recuperación en el próximo trimestre (o al menos en los próximos doce meses).
Hay asimismo agencias que contemplan la crisis como oportunidad para emprender su completa transformación digital. Y muchas otras ven en la pandemia un punto de inflexión para la industria publicitaria en general.