Con motivo del 2º Congreso de Desarrollo Sostenible organizado por AECOC y FIAB
El sector del Gran Consumo reivindica el cambio hacia modelos económicos más sostenibles
Diversos expertos y voces autorizadas de la industria agroalimentaria y de la distribución han reflexionado sobre la agenda 2030, el cambio climático, y el futuro sostenible del sector en general.
Esta mañana ha tenido lugar la celebración del 2º Congreso de Desarrollo Sostenible en el Novotel Madrid Center en Madrid. Se trata de un evento organizado por la Asociación de Fabricantes y Distribuidores (AECOC) y la Federación de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB), que ha reunido prácticamente a 200 directivos y responsables de sostenibilidad de la industria agroalimentaria y de la distribución.
Durante el acto inaugural, los máximos responsables de ambas organizaciones han querido destacar el papel del Gran Consumo como artífice del cambio de comportamientos, hábitos y tendencias hacia modelos económicos de consumo más sostenibles. A su vez, han remarcado el todo el camino ya recorrido, fundamentalmente basado en aspectos como la reducción de las emisiones en sus procesos logísticos, o el aumento de la eficiencia en el empleo de los recursos.
El director general de AECOC, José María Bonmatí, ha insistido en la necesidad de saber transmitir el compromiso del sector agroalimentario con la sostenibilidad. “Somos un sector comprometido, responsable y que contribuye decisivamente a crear una economía responsable. Debemos ser capaces de trabajar en la transparencia de toda la cadena de valor para que el consumidor así lo perciba”. Bonmatí también ha incidido en el trabajo conjunto de agentes económicos y sociales en pos de cumplir con la agenda 2030, valorando de paso los objetivos de desarrollo sostenible (ODS) como “un gran desafío para el tejido empresarial, la sociedad y los gobiernos, y, a la vez, una asignatura inaplazable”.
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En este sentido, ha aprovechado para dar valor e importancia al papel que cumplen otros programas de AECOC que ya están en marcha. Uno de los mencionados, por ejemplo, ha sido el Proyecto Contra el Desperdicio de Alimentos, cuya influencia ha logrado reducir un 50% el desperdicio generado en la actividad industrial y comercial de sus más de 500 empresas implicadas. Otro buen ejemplo es Lean&Green, una iniciativa que agrupa más de 50 empresas comprometidas con la descarbonización de sus procesos logísticos.
Además, Bonmatí mencionó la nueva área de Smart Distribution o la creación de un nuevo Comité de Sostenibilidad, todo orientado a que las principales empresas de Gran Consumo creen estrategias y proyectos que contribuyan al cumplimiento de los ODS. “El sector agroalimentario es uno de los sectores con más capacidad para determinar la consecución de objetivos como los de producción y consumo responsables, acción por el clima, ciudades y comunidades sostenibles y, a la vez, generar alianzas para alcanzar estas metas”, ha concluido José María Bonmatí.
Por su parte, el director general de FIAB, Mauricio García de Quevedo, ha querido reafirmar ese compromiso del sector agroalimentario con la agenda 2030, asegurando que “las empresas trabajan con los ODS por bandera, conscientes de que el consumidor actual exige que los productos sean seguros, de calidad y medioambientalmente sostenibles”. García de Quevedo ha subrayado de paso la relevancia de la sostenibilidad, afirmando que este eje “forma parte de la revolución industrial de este siglo y será central en el cambio de modelo hacia una economía circular”. Según el ejecutivo, “la ecoinnovación y el ecodiseño son la base para el desarrollo de una estrategia sostenible”, aunque haya recordado el reto que este cambio supone tanto para empresas como para consumidores y administración.
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Este 2º Congreso de Desarrollo Sostenible ha contado también con la participación de la Directora de Salud Pública y Determinantes Ambientales y Sociales de la Salud de la Organización Mundial de la Salud (OMS), María Neira. Durante su intervención, Neira ha procurado responder fundamentalmente una pregunta: ¿por qué la OMS se posiciona en la lucha contra el cambio climático? “Si nos fijamos en el Tratado de París, el contenido es un tratado de salud pública. Debemos atacar las causas que crearán un ambiente no sostenible y, por lo tanto, nocivo para la salud” ha explicado.
Neira no ha podido dejar pasar la oportunidad para recordar que el cambio climático ya es responsable de 13 millones de muertes al año, y ha asegurado que los objetivos medioambientales se sobreponen a la agenda de salud pública. “El 25% de esta mortandad podría evitarse si ejecutamos los acuerdos del Tratado de París”. También ha advertido que las nuevas generaciones irán favoreciendo cada vez más el crecimiento de la lucha contra el cambio climático.
Para Neira, “todos tendremos una Greta en casa que nos recordará que hay cosas en nuestro consumo que podríamos hacer mejor”. Eso sí, en este sentido, también recuerda que poner la salud en el centro del argumentario medioambiental es fundamental para implicar a la población. “Si le hablas a las personas de la salud del planeta, quizás les queda algo lejos, pero si les dices que la contaminación afecta al asma, empezarán a trabajar por la sostenibilidad.
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La portavoz de la OMS también se ha referido al coronavirus y ha recomendado a las empresas “aguantar la presión social y mediática y tan solo tomar medidas que tengan base científica y epidemiológica”. Sobre este tema, Neira ha pedido “ni banalizar ni entrar en pánico ante un virus que es nuevo, pero del que ya sabemos muchas cosas”, para relatar que el 80% de las personas que estarán en contacto con el virus no desarrollarán síntomas graves y que en China está bajando su incidencia.
Por otra parte, Neira ha lamentado el alarmismo generado con el coronavirus. “Vivimos dos realidades paralelas: la de los efectos reales del virus y la de la reacción en cadena causada por cada medida que se toma”. Según Neira, la OMS se mantiene alerta “por los efectos colaterales que ya afectan a la economía, a la sociedad y que pueden tener un impacto sobre la sostenibilidad de los sistemas sanitarios”.