Tras la última ronda de financiación Cabify acelera para ser el Uber de América Latina
La última ronda de financiación protagonizada por Cabify, aplicación que permite el transporte de pasajeros, ha dejado claro que estamos ante un floreciente negocio que cada vez le pisa más los talones a Uber en América Latina.
La citada ronda de financiación liderada por Rakuten ha conseguido recaudar un total de 120 millones de dólares. Dinero que la compañía con sede en Madrid utilizará para reforzar su negocio en España y América Latina comenzando por su desembarco en Brasil y Argentina. Mencionar que Cabify ya está presente en 14 países.
Con esta tercera ronda de financiación la empresa obtiene una valoración de 320 millones de dólares en la que destacan nombres como el ya mencionado Rakuten aunque no se han revelado los nombres de los patrocinadores finales.
Juan de Antonio, CEO y co-fundador de Cabify ha declarado en Techcrunch.com si ha confirmado que entre la lista de patrocinadores no se encuentran ni Lyft ni Didi aunque su estrategia de futuro pasa por trabajar con algunos de sus competidores.
Ha dejado claro que ahora que las financiaciones se han cerrado se están planteando iniciar conexiones con aplicaciones presentes en otras partes del mundo así como asociaciones con fabricantes de automóviles.
Resulta interesante ver como Cabify que hasta la ronda de financiación de hoy contaba con una valoración modesta, está logrando todo lo que ha alcanzado. Especialmente si lo comparamos con Uber que ostenta una valoración de 9.000 millones de dólares y ya ha comenzado a pisarle los talones.
“Cabify está consolidando rápidamente su posición con enfoque muy sistemático y en Rakuten siempre hemos apostado por la innovación”, declara Oskar Mielczarek, MD de Rakuten. “Cabify cuenta con un excelente equipo de gestión liderado por Juan de Antonio cuya visión ha situado al negocio en el punto óptimo para entrar en el siguiente paso de la competencia tecnológica”.
De Antonio mantiene que quiere hacer todo esto de una forma que podríamos definir como “anti-Uber”, apostando por el sentido práctico y la ética. “Los extremos no siempre justifican los medios”, afirma recordando que Uber no sería lo que es hoy sin las feroces rondas de financiación.