Una campaña de marketing puede tener éxito o no, solamente por la calidad de sus direcciones. Por tanto, su coste no debería ser lo único decisivo a la hora de adquirirlas, sino también su calidad. Los rendimientos de un buen análisis de las direcciones se ven pronto. Los costes invertidos en estos menesteres van, al fin y al cabo, a suponer sólo una pequeña parte del total de la campaña. A continuación presentamos una serie de preguntas que sería conveniente formularse cuando se está pensando en comprar nuevas direcciones:

1. ¿De qué direcciones disponemos una vez establecido el grupo objetivo?

2. ¿Están actualizadas todas las direcciones identificadas para el grupo objetivo?

3. ¿Cómo se comparan las direcciones? (saneamiento postal, duplicados, traslados de domicilio…)

4. ¿Se va a tomar en consideración la lista Robinson?

5. ¿Se va a ofrecer un full-service individual? (que incluya la concepción de los mailings, el lettershop, la optimización del correo, el fulfillment, la elaboración de las respuestas obtenidas, el telemarketing, la organización del banco de datos…)

6. La empresa a la que se contratan las direcciones, ¿se implicará en los resultados de la campaña? (remuneración dependiente del éxito obtenido)

7. ¿Existe la posibilidad, por medio de análisis o scorings, de adjudicar un determinado perfil al target deseado y seleccionar las direcciones en función de éste?

8. ¿Se pueden enriquecer las direcciones con información microgeográfica? Para ello, ¿de qué datos se dispone y en qué niveles?

9. ¿De qué fuentes proceden los datos? (proveedores de datos, empresas de investigación de mercados…)

10. ¿Se pueden elegir direcciones de zonas muy concretas? ¿Con qué precisión? (por calles, códigos postales, ámbitos…)

11. ¿Se tienen en cuenta las leyes aplicables de protección de datos?

12. ¿Qué acreditaciones puede presentar la empresa que nos ofrece las direcciones?

13. ¿Qué cuestan las direcciones? (para un único uso, para múltiples usos, para uso ilimitado, tarifas básicas)