Puede que tras leer los resultados de la siguiente investigación la próxima vez que pasee por el pasillo de los cereales en el supermercado no vea las cosas de la misma forma inocente que antes. Y es que un departamento de la Universidad de Cornell ha estudiado las cajas de cereales de 10 tiendas de alimentos de Nueva York y Connecticut (analizando un total de 65 cereales y 86 dibujos de mascotas en la parte frontal de los envases) para descubrir el secreto mejor guardado por las empresas de cereales: cómo están diseñadas para enamorar a los consumidores más pequeños, y a los que no lo son tanto.

Lo que descubrieron es que todos los personajes de las cajas de cereales -desde los caracteres de dibujos animados hasta Michael Jordan- están diseñados para hacer contacto visual con el consumidor. De hecho, prácticamente todos tienen casi el mismo punto focal: están mirando hacia fuera de la caja en un lugar cercano a los 1,20 metros de distancia, que es la media que hay entre la mirada de un cliente que camina por el pasillo y la plataforma con los productos en venta.

Estos datos ponen de manifiesto que los fabricantes de cereales saben muy bien lo que hacen en su intento de crear una conexión psicológica entre el comprador en potencia y esa caja de copos de trigo y frutas deshidratadas. Pero en el caso de los cereales de los niños, esta mirada se dirige realmente a un punto focal muy inferior y están diseñadas para que los ojos de las mascotas miren hacia abajo, haciendo contacto visual directo con los niños con la esperanza de «enamorarlos». Los investigadores de Cornell revelaron que los ojos de los personajes de las cajas de cereales comercializadas para niños estaban dirigidas hacia abajo en un ángulo de 9,6 grados, mientras que aquellos que iban dirigidas a adultos mantenían una mirada hacia delante.

Así pues, la forma en que las cajas de cereales tienden a ser colocadas en las tiendas, con los cereales para adultos en estantes más altos y los más infantiles en los inferiores, el resultado es que las imágenes de los cereales siempre están tratando de hacer contacto visual con los consumidores. Tanto si eres un niño o un adulto, la experiencia de caminar por un pasillo de los cereales es como correr por un carril del zoo en el que todas las mascotas corporativas le miran sin parpadear, con suficiente fuerza como para intentar grabar su marca a fuego en su mente.

Y funciona. Según la investigación de Cornell, la confianza y la conectividad en la marca fue un 16% y 28% superior, respectivamente, cuando, por ejemplo, la rana de los cereales Smack de Kellogg’s parecía que miraba a los ojos, en vez de a otro lugar. Por lo tanto, parece que nuestras mentes están preprogramadas para confiar en la gente que nos mira a los ojos.