Centennials: cómo hablar el idioma de la generación más real
A pesar de que los millennials siguen siendo uno de los públicos objetivos principales para las marcas, nos encontramos inmersos en una etapa de transición en el mercado con la paulatina llegada de unos nuevos y exigentes consumidores: la generación Z.
Sus características son muy distintas a las de las generaciones anteriores y aunque en la actualidad ya conforman el 35% de la población mundial, en poco tiempo representarán a 4 de cada 10 consumidores.
Por ello, entender las nuevas normas de mercado y los hábitos de consumo que esta generación está imponiendo es crucial para las marcas que quieran ser las elegidas por este selecto grupo. Ed Silk, strategy director de la agencia de diseño de packaging y marcas Bulletproof desgrana las claves de esta generación en The Drum.
Haber crecido en un mundo en el que las tragedias y amenazas son constantes les ha forjado un carácter realista y maduro y le ha llevado a valorar la sinceridad ante todo. Inteligentes, con los pies en la tierra y emprendedores esta generación valora la independencia, la individualidad y la integridad sobre la perfección.
Los jóvenes de este tiempo no conocen el mundo sin Google, YouTube o Amazon. Este constante acceso al conocimiento los convierte en usuarios informados e impacientes pero, a diferencia de las generaciones precedentes, son más considerados, realistas y menos hedonistas en su actitud en la vida y en su consumo.
La diversidad es la nota predominante en este grupo, un factor que explica la mentalidad abierta que les caracteriza, el rechazo a las etiquetas por cualquier motivo ya sea racial, sexual o de género.
Se ven a sí mismos como individuales y reclaman ser tratados como tal siempre dispuestos a crear y expresar su visión de las cosas.
Este perfil tan peculiar hace necesaria la evolución de las narrativas de las marcas hacia una mayor sencillez y honestidad que veremos poco a poco reflejada en los nuevos productos y servicios y en un nuevo nivel de personalización que se corresponda a esa individualidad demandada por la generación Z.
En una sociedad cada vez más diversa, la necesidad de productos cada vez más personalizados que encajen en las necesidades de cada uno. Y ya comenzamos a ver algunas marcas que aplican estas nuevas reglas.
La marca Propercorn es un ejemplo de la nueva personalización con su campaña «Institute of Flavour» con la que proponía a los consumidores crear un nuevo sabor para sus palomitas que serían posteriormente lanzadas en edición limitada. De esta manera, la marca cedía al público el liderazgo del proceso creativo y su involucración en el producto.
Concoction ShampYou, es otra de las marcas que basa su aportación de valor en la personalización. Se trata de una compañía de champú quo ofrece a los usuarios crear el suyo propio a partir de una fragancia base y añadiendo los ingredientes que deseen.
Pero hay quien también conecta con esta generación convirtiéndose en abanderados del empoderamiento individual y de la belleza real. En este sentido, Dove es la pionera con más de 10 años de campañas basadas en este claim.
Pero cada vez son más las que se orientan por el camino de la innovación, la honestidad y lo natural y no hay más que ver el auge de los productos ecológicos o el compromiso de las marcas con lo natural y el respeto al medio ambiente.
De esta manera, aquellas marcas que encuentren su voz, individual, personal y única serán capaces de conseguir una conexión profunda y sobre todo verdadera con la nueva «generación real».