Publicidad pasada por la lavadora del humor

Las arrugas en la ropa no causan demasiada buena impresión en quienes clavan en ellas su mirada. Aunque es perfectamente aceptablemente no pasar la vestimenta por la plancha (que es un auténtico engorro dicho sea de paso), lo cierto es que quienes lucen prendas arrugadas lucen inevitablemente desaliñados y son quizás más susceptibles de estar involucrados en actividades «sospechosas». Así lo sugiere al menos la marca de suavizante Downy (Lenor en España) en un hilarante spot que coloca bajo los focos a una simpática pareja de abuelos.

En el anuncio los abuelos se introducen en un estrecho armario sito en el pasillo de su casa con el ánimo de ordenar cajas (y parece que nada más). Sin embargo, cuando salen del armario con sus camisas llenas de arrugas (del esfuerzo de colocar cajas), su nieto que los ha escuchado reírse sospechosamente desde el exterior cree la libido ha asaltado a sus queridos abuelos en el guardarropa y han estado afanados en el viejo y noble arte del fornicio.

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Los abuelos son conscientes de que su indumentaria luce extraordinariamente arrugada (y también de que su nieto ha pensado que utilizan el armario para escarceos sexuales) y por eso deciden encomendarse a las bondades de Downy WrinkleGuard, un suavizante especialmente pensado para librar a la ropa de las incómodas arrugas en la lavadora.

Con sus prendas ya completamente lisas gracias a Downy WrinklGuard, los abuelos vuelven a ser pillados in fraganti por su nieto saliendo del armario. Pero en esta ocasión, y debido a la pulcritud de su vestimenta, el nieto no piensa nada raro de sus abuelos (aunque quizás hay sido todo una treta de sus parientes para darle gato por liebre).

Detrás del nuevo y cómico spot de Downy están la agencia Grey Nueva York y la productora Townhouse.