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Bryan Buckley está detrás de la campaña 'Trump Statue Initiative'

Donald Trump emula a Manneken Pis en una campaña muy "meona"

Esther Lastra

Escrito por Esther Lastra Actualizado el

La iniciativa "Trump Statue Initiative" ha levantado frente al Monumento a Lincoln una estatua que emula al famoso "Manneken Pis" y en la que un doble de Trump vacía desvergonzadamente su vejiga a la vista de todos.

donald trumpEn los últimos meses Bryan Buckley, realizador de la productora Hungry Man, se ha embarcado en una misión muy peculiar: alzar la voz contra Donald Trump utilizando el arte a modo de guante de boxeo (con el ánimo de dejar K.O. al presidente).

Fruto de los esfuerzos de Buckley y su equipo de creativos es la campaña «Trump Statue Initiative», que desde julio lleva erigiendo «monumentos vivientes» por toda la geografía estadounidense a fin de inmortalizar los «logros» del actual presidente de Estados Unidos durante su mandato.

Como parte de esta campaña Buckley ha levantado en los últimos meses estatuas que dan cuenta de las múltiples tropelías de Trump en los últimos cuatro años: su llamamiento a la violencia para contener las revueltas emanadas del movimiento «Black Lives Matter» o su desprecio (entreverado de irrelevancia) a la hora de referirse a las víctimas del COVID-19.

Cuando falta apenas una semana para la cita de los estadounidenses con las urnas, Buckley y su equipo han decidido atacar de nuevo al actual inquilino de la Casa Blanca con una estatua emplazada frente al Monumento a Lincoln que emula al famoso «Manneken Pis» y en la que un doble de Trump vacía desvergonzadamente su vejiga a la vista de todos.

En el monumento (una fuente en realidad) el clon de Trump orina sobre el asiento de la difunta Ruth Bader Ginsburg en la Corte Suprema de Estados Unidos, un asiento que ocupará en el futuro la jueza Amy Coney Barrett.

No contento con levantar tan ignominiosa fuente, Buckley ha instalado además un segundo monumento en el que aparecen una profesional sanitaria y un bombero llorando sobre un par de tumbas que encarnan, por una parte, a las víctimas de la pandemia del coronavirus, y por otra, a las víctimas de los incendios forestales que han asolado en los últimos meses Estados Unidos. Trump aparece entre ambos profesionales alzando triunfalmente una pala y un rastrillo. La instalación ha sido bautizada con el nombre de «Don’t Be Afraid».

A esta instalación se ha añadido asimismo una tercera pieza que, bajo el título «Safety for the Suburban Housewives», muestra a mujer encaramada sobre una escalera para cambiar una bombilla mientras un clon de Trump mira a hurtadillas bajo sus faldas.

Con tan desvergonzados monumentos Buckley espera «poder abrir los ojos de algunos votantes y animarles a echar a Trump de la Casa Blanca».

 

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