
Marketing y Publicidadpolicía
Esta valla publicitaria "made in Italy" juega al escondite con la policía moscovita
Los propietarios de tiendas especializadas en viandas italianas no lo tienen actualmente nada fácil en tierras rusas. El embargo impuesto por Moscú a la Unión Europea está haciendo daño por partida doble a negocios como Don Giulio Salumeria. Por un parte, no es nada fácil introducir en Rusia de contrabando alimentos como el jamón de Parma o el vinagre balsámico. Y por otra, el embargo ha calado hondo en la clientela de este tipo de comercios, que contempla los productos «made in Europe» con más recelo que otra cosa.
Aun así, y pese a lo difícil que lo tienen las empresas que comercializan alimentos europeos en el país presidido por Vladimir Putin, Don Giulio Salumeria no se ha dejado arredrar por el miedo y ha acaparado muchas miradas durante los últimos días en la capital moscovita por una singular acción de marketing de guerrilla.
El eje central de la campaña de Don Giulio Salumeria, una tienda moscovita regentada por un veronés, es una valla con dos anuncios agazapados en sus entrañas. En uno de ellos luce en todo su esplendor un apetitoso queso parmesano. En el segundo las protagonistas son una matrioskas rusas. ¿El truco? Que cuando se aproxima algún policía, la valla juega al escondite y muestra a las fuerzas del orden lo que a priori quieren ver: el anuncio de las matrioskas.
Sorprende, por otra parte, que esta ingeniosa (y atrevida) campaña no lleve la firma de ninguna agencia occidental, como cabría suponer, sino de una agencia rusa con todas las de la ley. Se trata de la agencia The 23, con sede en la ciudad rusa de Krasnogorsk.