El infierno sufre también los estragos provocados por los plásticos

Los plásticos de un solo uso están abocando a la Tierra a un funesto destino y acelerando a marchas forzadas la muerte del planeta azul. Sin embargo, parece que el inframundo está siendo también víctima (necesariamente mortal) de la polución emanada de los plásticos.

Así lo sugiere al menos la marca de agua mineral en lata Liquid Death en un spot en el que miles de botellas de plástico atascan los mares sulfúricos que corren por las entrañas del Averno y ahogan lamentablemente a demonios marinos de tres cabezas.

Aunque absolutamente delirante en el uso que hace del sentido del humor (de naturaleza demoníaca), el anuncio de Liquid Death está en firmemente apalancada en el particular mantra de la marca de agua mineral (que nada tiene de trivial): «Death to Plastic» (Muerte al plástico).

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El spot, que se aproxima con gracejo (pero con eficacia) a un tema extraordinariamente serio, lo protagoniza la actriz Stacey Kaney, un demonio de cuatro cabezas aficionado a metamorfosear los cerebros humanos en serpientes y dueño de un sentido de la estética surrealistamente gótico.

Filmado en apenas un día y rubricado por la agencia Party Land y la productora REVERIE, el anuncio destaca por su carismática protagonista que, pese a su mefistofélico físico, es un realidad una heroína, una suerte de ángel caído con el firme propósito de librar al infierno (y al mundo en general) de los perversos plásticos.

Coincidiendo con el lanzamiento del spot, Liquid Death ha anunciado una nueva variante con gas de su agua mineral (envasada por supuesto en latas reciclables de aluminio).