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No estamos entendiendo (ni escuchando) cuando se trata de publicidad personalizada

Pilar Ruiz de Gauna

Escrito por Pilar Ruiz de Gauna

monosLa publicidad siempre ha tenido por objetivo hacer llegar un mensaje de la forma más certera posible a los consumidores con la vista puesta en inocular en los mismos una necesidad. Ante la multiplicación de canales, soportes y plataformas nuestra atención se ha vuelto cada vez más distraída por lo que estamos ante una tarea cada vez más complicada.

Una situación que nos ha llevado a bombardear al usuario con ingentes cantidades de publicidad que poco o nada tienen que ver con sus intereses dando pie al temido y cada vez más extendido fenómeno del ad blocking.

Pero, ¿realmente queremos publicidad que se adecúe a nuestros intereses? De acuerdo a uno de los últimos estudios elaborados por GfK recogidos por The Drum, el 49% de los participantes cree que es de vital importancia recibir publicidad adaptada a sus necesidades ya que esto les permite encontrar productos y servicios que realmente quieren.

Unos resultados que se ven apoyados por el informe desarrollado por Qriously en el que se informa de que el 54% de los usuarios prefiere recibir anuncios que sean ciertamente relevantes. Pero no se deje engañar por estos.

Un ecosistema dominado por una publicidad híper orientada puede que no sea la mejor de las opciones de futuro. Cada vez son más los expertos que consideran que la publicidad orientada representa un fracaso del pensamiento crítico frente a las oportunidades comerciales.

Un pensamiento que se ha visto reforzado por una reciente investigación realizada por la Universidad de Pennsylvania señala que el 66% de los participantes no quiere publicidad adaptada a sus intereses. Cifra que aumenta hasta el 82% cuando eran informados de que la adecuación de los mensajes se efectuaría en bases a sus hábitos de navegación.

Conclusiones que nos llevan al planteamiento de un problema lógica. Tenemos un 54% de usuarios a favor de la publicidad orientada (X) pero también un porcentaje que puede incrementarse hasta el 82% que no está dispuesto a recibirla (Y).

En lenguaje matemático, todos los X son Y y todos los Y son X. Situación que nos lleva al planteamiento de que todos los anuncios que gustan a los consumidores (X) son relevantes para ellos (Y), por lo tanto todos anuncios que son importantes para ellos (Y) son del agrado de los consumidores (X). Un error que desgraciadamente ha dado lugar a un amplio número de conclusiones falsas. Reflexión que nos sitúa ante una segunda falacia lógica:

-Premisa 1: Todos los anuncios relevantes son del agrado de los consumidores (Falso).

-Premisa 2: Adaptar los anuncios hace que sean más relevantes para el público (Hipotéticamente verdad, aunque es algo que la industria todavía no domina del todo).

-Conclusión: la gente quiere anuncios adaptados (Falso).

Dan Plant, real time planning director en MEC y creador de estos planteamientos afirma que el hecho de que la conclusión esté basada en una falacia no significa que la conclusión tenga que ser necesariamente falsa, o estaríamos cometiendo otro error. Seguramente el gran problema resida en que la farsa se encuentra en la misma realidad.

Ha llegado el momento de que nos paremos a pensar y reflexionar sobre el rápido avance de la tecnología. La personalización de la publicidad ofrece grandes ventajas a los usuarios pero vemos que cada vez son más los que reaccionan de forma negativa ante la misma. Puede que estemos alardeando de cuidar a los usuarios ofreciéndole los contenidos 100% personalizados en vez de pararnos a escuchar qué es lo que realmente quieren.

 

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