
Marketing y PublicidadImagen de la campaña #StopCyberflashing de Brook
#STOPCYBERFLASHING, la campaña contra las fotos no solicitadas de desnudos
Estos provocativos anuncios buscan el "gatillazo" de las fotos no solicitadas de desnudos
Una nueva y provocativa campaña de la ONG británica enfocada a la salud sexual Brook busca hacer ilegales las ubicuas fotos no solicitadas de desnudos.
Las fotos de desnudos que tan alegremente se pueden envían a través de la red de redes no tienen nada de malo siempre y cuando remitente y destinatario estén de acuerdo en su difusión (que será con suerte, y si no hay ningún hacker de por medio, de naturaleza meramente unidireccional).
En torno a las ubicuas instantáneas de desnudos (de esas que llegan a ojos del destinatario sin su consentimiento previo) pivota precisamente una nueva y provocativa campaña de la ONG británica enfocada a la salud sexual Brook.
Rubricada por la agencia Grey Londres, la campaña comprende diferentes ilustraciones de personas fotografiándose a sí mismas desnudas. Sus genitales no son, no obstante, visibles y están convenientemente ocultos por un código QR acompañado del hashtag #STOPCYBERFLASHING y la leyenda «It’s illegal to flash someone irl so why not online?» (Si es ilegal practicar el exhibicionismo en el mundo real, ¿por qué no lo es online?).

La ilustradora y autora de cómics Genie Espinosa, que ha trabajado previamente para empresas como Apple, Spotify o Nike, firma las ilustraciones que integran la nueva campaña de Brook.
Desde las ilustraciones se insta al espectador a escanear el código QR agazapado en ellas para acceder a una «landing page» con información sobre el denominado «cyberflashing» o envío no solicitado de fotos de desnudos. Y a través de esa «landing page» el usuario es redirigido a una plataforma desde la cual puede enviar de manera instantánea un tuit al diputado de su distrito para solicitar su apoyo a fin de lograr la prohibición del «cyberflashing».
Con su campaña Brook quiere colocar bajo los focos los graves problemas solapados al «cyberflashing». No en vano, según un estudio llevado a cabo en 2018 por YouGov, cuatro de cada diez mujeres jóvenes confiesan haber recibido en alguna ocasión fotos de genitales masculinos sin haberlas solicitado previamente. ¿Lo peor? Que el 46% de las féminas afectadas tiene menos de 18 años.
También el 26% de los hombres de entre 18 y 24 años se ha topado de bruces en alguna ocasión con instantáneas no solicitadas de desnudos.

Precisamente por esta razón en julio de este año la Comisión de Justicia de Reino Unido recomendó recomendó convertir el «cyberflashing» en una ofensa criminal y aseguró que las cifras actuales sobre este problema son solo la punta del iceberg. Sin embargo, el Ejecutivo británico ha hecho caso omiso de esta recomendación.
«Queremos desafiar la idea equivocada de que el ‘cyberflashing’ es inofensivo y se reduce en realidad a una mera broma», explica Lisa Hallgarten, head of policy and public affairs de Brook. «Enviar imágenes no solicitadas de desnudos puede ocasionar angustia e intimidación, y tiene que ser reconocido como un tipo de acoso sexual. Contar con leyes más claras en relación con el ‘cyberflashing’ ayudaría a reforzar el mensaje de que esta práctica es inaceptable», añade.

En la campaña de Brook han estado involucrados creativos de Grey Londres que han sufrido en primera persona el corrosivo «cyberflashing».