Una campaña de The Community, Skilshot y RAD

Aunque es un problema que a menudo se soslaya, la salud mental baquetea el alma de millones de personas en todos los rincones del planeta (y ahora más que nunca en la nueva era del coronavirus).

Por esta razón la agencia neoyorkina The Community ha decidido hincar el diente a la salud mental de una manera en absoluto convencional: apoyándose en el universo de los videojuegos.

Aunque a los videojuegos se les endilga a menudo el estigma de glorificar la violencia y azuzar las adiciones digitales, para muchos «gamers» su hobby favorito es una fenomenal atajo para liberar tensiones y desarrollar conexiones profundas con otras personas.

La campaña, desarrollada por The Community para la empresa de eSports Skillshot y la organización Rise Above the Disorder (RAD), se apoya el lado potencialmente más benéfico de los videojuegos e invita a los «gamers» a tomar parte en sesiones de terapia mientras continúan enfrascados en su afición favorita.

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Cuando los jugadores acceden a tomar parte en una sesión, son emparejados con terapeutas con los que juegan mientras se abren sobre lo que supone para ellos abrirse paso en el mundo real.

La campaña incluye asimismo sesiones psicoeducativas para creadores de contenidos que serán retransmitidas a través de Twitch.

Jason Docton, fundador de RAD, lidió con problemas de salud mental en el pasado y ello le llevó a la creación de Anxiety Gaming, la organización precursora del actual RAD. «El ‘gaming’ siempre ha sido para mi hogar», explica. «Es el lugar donde he conocido a mis mejores amigos, el lugar en el que me volqué cuando sentí que mi ansiedad y mi depresión eran insoportables», asegura.

«Algunas personas juegan a videojuegos para automedicarse y lidiar mejor con la ansiedad, el estrés y la depresión, en particular durante la pandemia», enfatiza Todd Haris, CEO y fundador de Skillshot. «El ‘gaming’ puede ser una fuerza positiva para hacer del mundo un lugar mejor», añade.