Swatch hace frente a la mala suerte con un auténtico torrente de creatividad
Swatch se mofa de su mala suerte con una campaña delirantemente "gafada"
Swatch ha tenido que esperar nueve largos años para abrir una tienda en el aeropuerto de Berlín-Brandeburgo, que levantará por fin la persiana el próximo 31 de octubre. Y la marca ha decidido aprovechar su mala experiencia (que ha puesto a prueba su paciencia) lanzado un reloj dedicado específicamente al retraso de casi una década en la apertura del aeródromo.
Dicen que las cosas de palacio van despacio, pero quizás este famoso dicho popular podría aplicarse también al universo de los aeropuertos (donde las cosas se demoran a menudo sine die).
Después de nueve lastrados por la mala suerte, las quiebras y los fallos de construcción, el nuevo aeropuerto de Berlín-Brandeburgo (BER) abrirá por fin sus puertas el próximo 31 de octubre (en una inauguración que promete no ser demasiado concurrida como consecuencia de las restricciones solapadas al coronavirus).
Los retrasos en la inauguración de este nuevo aeródromo han sido particularmente dolorosos (y eternos) para el fabricante suizo de relojes Swatch. La marca tenía previsto en un principio levantar la persiana de una nueva tienda en el aeropuerto de Berlín-Brandeburgo en 2011, pero ha tenido que esperar nueve largos años para que su proyecto se haga por fin realidad.
Lejos de desesperarse y lamentarse amargamente por semejante calamidad, Swatch ha decidido aprovechar su mala experiencia (que ha puesto a prueba su paciencia) lanzado un reloj dedicado específicamente al retraso de casi una década en la apertura del aeropuerto de Berlín-Brandeburgo.
El reloj de marras ha sido bautizado con el nombre de «Delayed» y es probablemente el único reloj del mundo que va con nueve años de retraso.
En la correa del reloj aparecen tachados en rojo los años en los que el aeródromo deberían haber visto la luz. Los años tachados aluden además el tiempo perdido que el reloj invirtió en los almacenes de Swatch (esperando inútilmente a recalar en las tiendas).
Para poner la guinda al pastel en tan singular acción de marketing el packaging de «Delayed» luce deliberadamente envejecido con manchas de café, polvo y trozos de cinta adhesiva.
El reloj «Delayed» no es el único elemento con el que Swatch tiene a bien recordar su larga espera de los últimos nueve años. También su tienda en el aeropuerto de Berlín-Brandeburgo da cuenta de esa larguísima espera.
Bajo el lema «We’re gonna open like it’s 2011!», en el establecimiento de Swatch parece haberse detenido el tiempo (hace nueve años) y todo, desde el mobiliario a los modelos comercializados, luce como si la tienda se hubiera inaugurado en 2011 y no en 2020.