3 características que le ayudarán a "cazar" al diseñador excepcional
El diseño se ha convertido en una de las mejores armas con las que contamos en el sector «marketero» para poder llegar a las personas. Este juega un papel fundamental a la hora de despertar el interés en el consumidor y atrapar sin vuelta atrás su atención. Pero ¿cómo podemos estar seguros de que estamos trabajando con el mejor de los profesionales?
Los diseñadores excepcionales presentan fuertes valores humanos como la empatía, el respeto y la honestidad. Aristas de su personalidad que no sólo influyen en el enfoque de sus trabajos sino en la forma en la que se relacionan con el resto del equipo. Algo muy importante sí tenemos en cuenta que la creación de un buen producto no es algo que surge de forma individual sino que responde al trabajo en grupo.
Identificar este tipo de características en una persona no es fácil y menos a simple vista pero hoy queremos ayudarle para que al menos, sepa qué es lo que está buscando. Tres son los aspectos sobre los que debe prestar atención según fastcodesign.com, para saber si se encuentra ante un gran diseñador o alguien que no terminará encajando con el proyecto que tiene entre manos.
1. Empatía
Un carácter empático es un factor bastante relevante sobre todo si tenemos en cuenta no sólo que estamos trabajando en equipo sino que lo hacemos para un cliente que cuenta con una idea en su cabeza sobre el resultado que quieren.
Un buen diseñador debe ser capaz de empatizar con los clientes combinando esto con su experiencia para ofrecer la mejor de las soluciones.
2. Respeto y capacidad de relación
Los diseñadores tienen que enfrentarse a los distintos puntos de vista de los clientes y a sus propias ideas. Aquí el tacto y el respeto son las bases para el desarrollo de las relaciones. Siempre deben estar con la mente abierta para mejorar el negocio de forma conjunta y nunca intentar imponer sus ideas sin escuchar y valorar las del resto.
3. Actuar como puente de comunicación
No hay nada que defina mejor a un diseñador que ser la “voz visual de los clientes”. Para esto y en relación a los putos anteriores, tienen que ser capaces de ponerse en la piel de las otras personas para no ofrecer trabajos superficiales.
Esto los convierte en un puente perfecto de comunicación entre los clientes y el resto del equipo porque son capaces de entender ambas partes.