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4 cosas (simplonas pero eficaces) que llevaron a la marca Trump a la Casa Blanca

Esther Lastra

Escrito por Esther Lastra

donald-trumpEl que fuera uno de los promotores inmobiliarios más poderosos (y conocidos) del mundo es hoy el nuevo presidente de los Estados Unidos de América. La victoria de Donald Trump en las urnas ha dejado atónito a medio mundo. ¿Cómo se la ha ingeniado semejante, y delirante, personaje para llegar a la Casa Blanca?

La estrambótica marca Trump se ha impuesto en las urnas haciendo suyas las estrategias (tan burdas como eficaces) que disecciona a continuación Absatzwirtschaft:

1. El miedo
El magnate estadounidense ha atizado el miedo de los estadounidenses a lo largo de toda su campaña. El miedo a la inmigración, a la globalización y a la pérdida de liderazgo de Estados Unidos en el mundo ha sido uno de los principales ingredientes en la deliberadamente bravucona campaña electoral del candidato republicano. Y el miedo sembrado previamente por Trump es el que ha unido a sus seguidores en las urnas en torno a él: el supuesto “salvador”.

2. Los sueños
El sonoro y contundente eslogan electoral de Donald Trump, “Make American great again”, encierra en sus entrañas una visión que se ha clavado como una puñalada en el corazón de muchísimos estadounidenses. Trump debe en gran parte su éxito a sus mensajes sencillos (pero rotundos), al estrépito con el que comunica siempre esos mensajes y la imagen que sirve de recipiente a todo lo que tiene a bien de salir de su boca: la suya propia. Y la imagen del magnate norteamericano es sumamente poderosa. Trump es la viva imagen del “sueño americano”, de que cualquiera, si se esfuerza lo suficiente, pude conseguir todo lo que se propone en esa supuesta tierra de las oportunidades que es Estados Unidos. Trump les ha vendido sueños a los americanos y estos, hastiados de la política “al uso”, se los han comprado con muchísimo gusto.

5. Parlotear (como si no hubiera mañana)
Donald Trump no se ha mordido jamás la lengua. Famoso por carácter lenguaraz, el nuevo presidente de los Estados Unidos no se reprimido jamás a la hora de responder (e incluso insultar) a sus adversarios. Y su incontinencia verbal le ha reportado no sólo muchísimos fans sino también mucha atención mediática. La franqueza (brutal) de Trump, la misma que tantísimos titulares ha copado durante los últimos meses, ha enamorado (desgraciadamente) a muchos estadounidenses.

6. Fanfarronear
Trump es un hombre de éxito y en su ADN no hay ni pizca de humildad. El magnate estadounidense ha alardeado miles de veces sobre su imperio y también sobre su capacidad (no probada) de llevar las riendas del país más poderoso del globo. Trump se ha creído siempre el hombre idóneo para dirigir Estados Unidos, no ha dudado ni durante un instante de su capacidad y sus seguidores se han creído también a pies juntillas sus “excepcionales” aptitudes como presidente.

 

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