La meditación, un estupendo negocio (cuando se utiliza bien)
Cómo convertir la meditación en un arma marketera de atracción masiva
Andy Puddicombe, fundador de Headspace, ha desgranado hoy las claves del éxito de la famosa app de meditación en el festival Online Marketing Rockstars (OMR).
La aplicación Headspace se las ha ingeniado para levantar los cimientos de un floreciente negocio haciendo uso de algo tan aparentemente intangible como la meditación.
Con millones de descargas a sus espaldas, Headspace es una “rara avis” en el universo de las apps. Lo que vende no es, al final y al cabo, algo demasiado habitual (o no lo era hasta hace poco) en las App Stores.
Andy Puddicombe, fundador de Headspace, se ha subido esta mañana al escenario del festival Online Marketing Rockstars (OMR) para compartir con los allí presentes las claves del éxito de su “criatura”.
Aunque muchos tienden a desdeñarla, la meditación es una parte importante de nuestra salud. “Con Headspace tratamos de inocular un poco de esperanza en un mundo gobernado por los negocios. Y por supuesto también convertir la meditación en una herramienta de vida”, explica Puddicombe.
Cuando la meditación es una fenomenal veta de negocio
La meditación no hay, eso sí, que forzarla, advierte el fundador de Headspace. “A mundo proyectamos nuestras expectativas en la meditación en lugar de dejar que ésta simplemente ocurra”, advierte Puddicombe.
“Debemos tomarnos la molestia de mirar de vez en cuando nuestra propia mente y la de las personas que nos rodean”, explica. Con este objetivo nació precisamente Headspace.
Cuando Headspace hizo su irrupción en el mercado allá por el año 2010, “no había ninguna app de meditación en la App Store”, recuerda Puddicombe. Ahora hay, sin embargo, más de 3.000 aplicaciones con el foco puesto en la medicación. Y esto es síntoma más que evidente de que la meditación es efectivamente un poderoso nicho de mercado. “La meditación es algo universal. Todos luchamos por hallar una pizca de paz en nuestra mente”, asegura.
A juicio de Puddicombe, si Headspace ha logrado convertirse en un negocio sostenible, es en gran parte gracias a sus alianzas estratégicas.
En cuanto a los beneficios que Headspace pone sobre la mesa, Puddicombe confiesa que los desconoce por completo. “Yo soy sólo un profesor de meditación”, dice. “Estoy más interesado en los sentimientos de los usuarios de Headspace que el dinero que podamos ganar con la aplicación”, apostilla.