Los carísimos "precios reales" de los alimentos, protagonistas de esta campaña
Así de exorbitantes serían los precios de los alimentos si incluyeran los costes para el medio ambiente
Penny comercializará nueve alimentos a su "precio real" (aquella cantidad que resulta de añadir al importe de un alimento los costes para el medio ambiente emanados de su producción).
La cadena alemana de supermercados Penny se ha descolgado con una osada campaña que en la que coloca bajo los focos los «precios reales» de los alimentos, aquellos incluyen los costes para el medio ambiente que hay parapetados tras la producción de esos alimentos (y que son, como ya cabría presuponer, extraordinariamente elevados).
Desde este lunes y durante un periodo de una semana Penny comercializará 9 de los 3.000 productos que forman parte de su porfolio a su «precio real» (aquella cantidad que resulta de añadir al importe convencional de un alimento los costes para el medio ambiente emanados de su producción).
Los productos elegidos por Penny para su singular experimento resultan hasta un 94% más caros al incluir en el precio los costes medioambientales que hay solapados a su fabricación.

Penny, cuya última y atrevida campaña ha sido calificado por algunos de «greenwashing» puro y duro, se ha comprometido a donar el importe adicional de los alimentos a un proyecto con el foco puesto en la protección climática y la preservación de la naturaleza en el que están involucrados granjas familiares de la región de los Alpes.
Con su campaña la cadena de supermercados quiere que sus clientes sean más conscientes del impacto medioambiental de la producción de alimentos. «Nuestros clientes tienen que bregar con los precios persistentemente al alza de los alimentos. Sin embargo, tenemos que afrontar la incómoda verdad de que los precios de los alimentos no reflejan realmente los costes que llevan aparejados para el medio ambiente», explica COO de Penny.
Los «precios reales» que Penny ha endilgado a los productos que forman parte de su nueva campaña han sido calculados por científicos del Instituto de Tecnología de Núremberg y de la Universidad de Greifswald. Tales precios incluyen los habituales costes de producción y también los efectos derivados de la producción de los alimentos en el suelo, el clima, el agua y la salud.
El incremento en el importe ha sido particularmente notable, por ejemplo, el queso Maasdam comercializado por Penny, cuyo «precio real» se ha disparado un 94%. También estratosférico resulta el aumento en el coste de las salchichas Viena, cuyo «precio real» es un 88% más oneroso que el habitual. Mucho más moderada es, en cambio, la subida del precio en los filetes empanados veganos, cuyo importe crece apenas un 5%.