
Tendencias en MarketingLa felicidad en el trabajo no está a expensas del cargo y del sector
Los dos secretos de la felicidad en el trabajo
La felicidad en el trabajo no está a merced ni del cargo ni del sector sino de estas dos cosas
La felicidad en el trabajo es deudora sobre todo y ante todo del reconocimiento del empleado y del servicio que éste presta a los demás.
La pandemia ha forzado tanto a empresas como a empleados a reflexionar sobre el concepto (más o menos etéreo) de felicidad laboral. Y lo cierto es que a este acto de reflexión no coadyuvan en modo alguno los múltiples rankings de profesiones más felices (o en su defecto más infelices).
Así lo cree al menos el profesor del Universidad de Harvard Arthur C. Brooks, que enfatiza que tales listas no indagan en lo que de verdad hace felices a las personas en el desempeño de un puesto de trabajo. Quizás por ello las profesiones que se abren paso en tales listas ocupen posiciones tan dispares (más arriba y más abajo) en unos rankings que no son en modo alguno la panacea de la felicidad laboral.
Nuestras preferencias profesionales están a merced de múltiples vaivenes de naturaleza personal, por lo que aquello que a una persona embarga de alegría en el trabajo puede suponerle a otra una auténtica tortura.
Esta circunstancia no significa, de todos modos, que la ciencia no tenga nada que decir al respecto en relación con la anhelada felicidad laboral. Puede que no haya roles ni sectores que estén emparentados particularmente con la satisfacción en el trabajo, pero sí hay determinadas cualidades que hacen a un empleo más susceptible de generar felicidad en quien lo desempeña.
La felicidad en el trabajo no es esclava ni del cargo ni del sector
Como cabía quizás esperar, los incrementos salariales dan fuelle a la felicidad en el trabajo, pero el empuje es en todo caso de naturaleza muy breve. Cuando los valores de los empleados están en sintonía con los valores desplegados por las empresas que les tienen en nómina, la satisfacción laboral emprende asimismo la cuesta hacia arriba. Y el reconocimiento, la conciliación laboral y los líderes empáticos y poco egocéntricos contribuyen también a impregnar de una gruesa pátina de felicidad a un puesto de trabajo.
Sin embargo, de acuerdo con Brooks, hay dos factores absolutamente decisivos que determinan la felicidad (o infelicidad) de las personas en el trabajo:
1. Éxito ganado a pulso
Hay pocas cosas que hagan más felices a las personas que sentir que sus esfuerzos en el trabajo son adecuadamente recompensados mediante premios y reconocimientos. El empleado quiere sentir que su trabajo da realmente frutos.
Las compañías que agasajan a sus trabajadores con un «feedback» apropiado y con reconocimientos les espolean también para desarrollar nuevas habilidades en su puesto de trabajo.
2. Servicio a los demás
A los humanos les encanta no solo mirarse el ombligo sino también ayudar a los demás. Y ello no quiere decir que los empleos más felices sean aquellos que se desempeñan en ONGs. De hecho, trabajar en organizaciones sin ánimo de lucro no hace necesariamente más felices a quienes allí se desenvuelven profesionalmente (en comparación con quienes trabajan en empresas privadas).
La necesidad de servir a los demás puede ser satisfecha en realidad en casi cualquier puesto de trabajo. Si lo que hacemos en nuestro día a día laboral contribuye a hacer del mundo un lugar un poco mejor, estaremos también más prestos a sentirnos satisfechos en el plano profesional.
Los dos factores enunciados por Brooks pueden servir de guía no solo a recién graduados o trabajadores quemados ávidos de cambiar de aires sino también a aquellos que desean diseñar mejores puestos de trabajo.