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Forbes Summit Reinventing Spain 2017

Globalización: el desequilibrio político y sus consecuencias en el mundo empresarial

Redacción

Escrito por Redacción Actualizado el

En un mundo cada vez más globalizado, los retos a los que deben enfrentarse las compañías son numerosos pero también lo son las oportunidades. La clave reside en saber identificarlas y, sobre todo aprovecharlas.

Pero, ¿dónde se encuentran las oportunidades en un mundo global para las compañías españolas?

Para responder a esta pregunta, Rebeca Grynspan, secretaria general de la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB); Emilio Lamo de Espinosa, presidente del Real Instituto de Elcano y Josep Piqué, exministro de Asuntos Exteriores, presidente de la Fundación Empresarial Iberoamericana y del Foro España-Japón han participado en un debate en Forbes Summit Reinventing Spain 2017.

El impacto de una agitada realidad política en las empresas

La turbulenta situación no solo a nivel nacional sino también internacional afecta, sin duda, al comportamiento de las empresas. Así lo reconoce Lamo que asegura que el tema catalán “es una preocupación enorme para España, para el crecimiento económico pero también para Europa”.

Aunque también señala que la mezcla del Brexit y Trump “es un problema a medio largo plazo que puede afectar no sabemos hasta qué punto. No sabemos si responden a un tropiezo de las culturas políticas de esos países. El escenario económico que va a marcar los próximos años serán las tensiones entre las grandes potencias Estados Unidos y China”.

Para Grynspan, “la política y la economía son dos caras de la misma moneda. El tema no es que no haya conflictos o tensiones sino cómo se solucionan. A nivel internacional, en este mundo multipolar la pregunta es si vamos hacia mayor unilateralismo o hacia mayor fragmentación para solventar esas tensiones”.

Y apuesta por la unidad, por el consenso como “la única manera de tener un proyecto a largo plazo”.

Con respecto a las empresas, destaca que “es muy importante saber que la mayor integración de nuestras regiones se hará de abajo hacia arriba, por parte los agentes económicos, de las empresas y de la movilidad de las personas y no por las grandes estructuras”.

Así, Grynspan apuesta por 3 cambios básicos: mayor integración física, menores trabas burocráticas y más movilidad de las personas y empresas.

«Hay cierto sentimiento de tristeza con respecto a lo que está ocurriendo en Cataluña, hay consecuencias no solo económicas, sino también sociales», destaca Piqué.

Aunque también se muestra optimista: «Las cosas van a volver a su cauce aunque reconoce que va a ver cambios sin retorno pero que no tienen por qué afectar a nivel económico».

Asimismo, señala que según el gobierno español, «el impacto del tema catalán será de unas pocas décimas» y con respecto al turismo y el descenso de las reservas, «lo que hay en muchos casos es desplazamiento de demanda».

China, el sorpasso asiático

El gigante asiático se ha postulado como uno de los mercado emergente más potentes  y su mercado en plena expansión amenaza con relevar a Europa en el papel de aliado con América Latina. Algo que para Lamo es un error.

«España debería estrechar lazos con Iberoamérica que mira cada vez más hacia el mercado asiático», señala.

En esta idea coincide Grynspan, que asegura que «el peso de China en América Latina ha aumentado en los últimos años, pero es algo que no debe sorprendernos. Lo que no podemos es ofrecerle nuestra población. Estamos, por primera vez en la historia, ante una clase media exigente que aspira a trabajos de calidad y eso no se lo ofrece el mercado de las materias primas y la alimentación. La competitividad de América Latina está en su bioceanidad».

No obstante, destaca la importancia del continente europeo para el futuro de la región. «Europa sigue siendo fundamental para Latinoamérica. En cuanto a la ciencia, la tecnología, a ese valor agregado, el Pacífico es insuficiente».

Para Piqué, la situación no es tan grave y es que cree que Europa solo ha perdido importancia relativa. «No es que haya perdido peso pero otros están corriendo muchísimo, sobre todo China».

«Nos tenemos que acostumbrar a un mundo completamente nuevo. la revolución digital está cambiando la manera de consumir y la manera de trabajar. Los intermediarios entre la oferta y la demanda están desapareciendo y siendo sustituidos por otros virtuales pero todopoderosos como Google. El mundo es distinto».

Finalmente, Grynspan hace un llamamiento: «Tenemos que recuperar la confianza de la ciudadanía en medio de esta crisis política y evitar que los jóvenes caigan en una utopía regresiva».

 

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