Más del 80% de la basura hallada en el mar es plástico
La guerra a los vasos de plástico es cada vez más una realidad
Las grandes cadenas de cafeterías intentan reducir la cantidad de tazas de plástico que venden y apostar por alternativas más responsables con el medio
La concienciación sobre la gran contaminación que supone el plástico va ganando cada vez mas terreno entre la población, siendo muchos los que reclaman que se vaya reduciendo su uso y buscando alternativas más responsables con el medioambiente.
Primero se eliminaron las bolsas de plástico, una iniciativa que cuenta cada vez con más adeptos, y ahora esto ha derivado en la intención de eliminar otros artículos de uso cotidiano y muy extendidos entre la gente, como son los cubiertos, vasos, pajitas o bastoncillos fabricados con este material.
De hecho, ya hay países donde las cadenas de cafeterías fueron asumiendo el reto de cambiar los conocidos vasos de plástico por otros que fueran más sostenibles. Surgieron unos modelos que por fuera eran de papel, pero en su interior se utilizaba un revestimiento plástico para evitar que se produjeran fugas del líquido que contuvieran. Pero esta opción sigue sin permitir su reciclaje.
Dentro de las ideas, según recoge Expansión, que han ido surgiendo para solventar este problema se encuentra la del gigante Starbucks, que el año pasado, en colaboración con la organización Closed Loop Partners lanzó una iniciativa para desarrollar materiales y diseños que pudieran sustituir a los vasos que actualmente se utilizan. McDonald’s decidió unirse este año al proyecto, y junto con Starbucks ya han aportado cerca de 10 millones de dólares al mismo. Entre ambos, se distribuye el 4% de los 600.000 millones de vasos que se dispensan en el mundo.
Por otra parte, ha sido la cadena de cafeterías Dunkin’Brands la que comenzó hace dos años un proceso para eliminar completamente a partir de 2020 todos los envases hechos con espuma de poliuretano, y reemplazarlos por vasos de papel reciclado de doble pared certificado por la organización Sustainable Forestry Initiative Standard (SFI).
Además, son cada vez más los que deciden utilizar botellas de acero o de cristal para evitar las más comunes de plástico, un hecho que permite reducir también el consumo que se hace de este material no reciclable. De hecho, ya hay aeropuertos como es el caso de San Francisco, donde están prohibidos los envases de plástico y el agua solo se vende en envases en cristal o alumnio.
En nuestro país, fue la reciente establecida cadena de comida rápida Popeyes, la que ha aterrizado llevando a cabo su política de no plástico, con la que contribuye al respeto por el medioambiente y la contribución al reciclaje responsable.
Todas estas alternativas y proyectos que van surgiendo se producen en un momento en el que la legislación de numerosos países, estados y ciudades va endureciéndose y pidiendo medidas que estén comprometidas con las necesidades de nuestro planeta.