Por qué en verano trabajar es una lata (más que durante el resto del año)
En la época estival, con la llegada del buen tiempo y el calor nos apetece hacer todo menos trabajar. Meterse en una oficina con el aire acondicionado sin poder disfrutar de la playa o la piscina desmoraliza a cualquiera e inevitablemente afecta a nuestra productividad.
De hecho, si lo traducimos en cifras, el tiempo necesario para acabar las tareas se incrementa en esta época un 13% y el 45% de los trabajadores asegura distraerse más de lo normal.
Las vacaciones del jefe y de muchos de los compañeros o quizá la reducción de la cantidad de trabajo estos meses hace que el 63% de los empleados se dedique a charlar con sus compañeros en verano, un 51% admita hacer descansos más largos y un 49% se va a su casa antes de su hora.
La temperatura del ambiente está en directa relación con la productividad. Lo ideal es que trabajemos a 21 o 22 grados, pues, por encima o por debajo de esta temperatura la productividad decae un 10%.
Algunos consejos que recoge esta infografía, como ofrecer flexibilidad a los empleados, aumentar los descansos o premiar la productividad serán muy útiles para que el verano sea al menos más llevadero.