Los robos, el nuevo enemigo número uno del retail en EE.UU.
Ola de robos en EE.UU. o por qué el detergente está allí bajo llave (como si fuera un artículo de lujo)
Quienes perpetran robos en EE.UU. son cada vez más osados, lo que está llevando a algunos retailers a reducir su gama de productos y a ponerlos bajo llave.
Allende los mares los retailers bregan actualmente con notablemente incremento de los actos de latrocinio en sus establecimientos. Y es que quienes perpetran robos en supermercados, droguerías y tiendas de ropa son cada vez más osados, lo que está llevando a algunas cadenas a reducir su gama de productos y a ponerlos bajo llave (para protegerlos así de las manos largas de los ladrones).
Las tiendas de la cadena estadounidense de supermercados Giant son interrumpidas cada pocos minutos por anuncios por megafonía. Y tales anuncios no informan a los clientes de ofertas o descuentos especiales sino de la inusitada medida que se ha visto obligado a tomar el retailer: de ahora en adelante se revisarán invariablemente los comprobantes de compra de la clientela cuando esta abandone el establecimiento. ¿El objetivo? Prevenir robos y reforzar la seguridad del local.
Varios empleados de Giant están apostados ahora a la salida de los establecimientos para comparar el contenido de las bolsas y los carritos de los clientes con los artículos que figuran en el comprobante de compra. Además, dos agentes de policía están igualmente haciendo labores de vigilancia en las inmediaciones de los establecimientos de Giant.
Medidas desesperadas de los retailers para parar los pies a los ladrones
El control de comprobantes de compra es solo una de las medidas adoptadas por los grandes retailers estadounidenses para defenderse de la ola de robos que sufren sus establecimientos. Giant ha tomado asimismo la determinación de dejar de comercializar productos de marca como el dentífrico Colgate o el detergente Tide en su establecimiento en el sureste de Washington. Y tiene al parecer motivos para emprender tan tajante medida. La estantería donde están habitualmente alineadas las características botellas de color naranja de Tide luce prácticamente vacía. Ira Kress, presidente de Giant, asegura que las pérdidas emanadas de los robos en las tiendas de la cadena de supermercados son ya insostenibles. Y sin medidas contundentes la única opción viable sería la clausura de muchas de sus filiales.
Así y todo, el de Giant no es en modo alguno un caso aislado. La ola robos se ha convertido en un tema omnipresente en casi todas las presentaciones de resultados trimestrales de los retailers afincados en Estados Unidos. Empresas como Walmart, Target, Home Depot, Lowe’s y Dick’s Sporting Goods están haciendo sonar las alarmas y están metiendo el tijeratazo a sus previsiones de beneficios como consecuencia de los hurtos a gran escala en sus locales.
Los ladrones «vienen todos los días», aseguraba el pasado mes de mayo un empleado de una tienda de la firma textil Old Navy sita en el centro San Francisco en declaraciones a CBS. «Soy capaz de reconocerlos», aseveraba. En ocasiones los ladrones llenan dos o tres bolsas con prendas valoradas en hasta 2.000 dólares, recalcaba el empleado. Lamentablemente, y acosado por los hurtos, este establecimiento de Old Navy en el centro de San Francisco tuvo que cerrar sus puertas a principios del pasado mes de junio.
Brian Cornell, CEO de la cadena de grandes almacenes Target, asegura que los incidentes en los que hay involucrados actos y tentativas de violencia en sus tiendas han pegado un brinco del 120% durante el primer semestre del año. Nordstrom, otra cadena de grandes almacenes (en esta ocasión enfocada al lujo), habla de «perdidas» de récord. En términos generales la industria del retail calcula que los hurtos se están traduciendo en pérdidas anuales valoradas en 100.000 millones de dólares.
Las cuentas de los retailers se desangran como consecuencia del aumento de los robos
Algunas voces críticas acusan, no obstante, a las grandes corporaciones de exagerar el problema. Y el que fuera jefe de finanzas de la cadena de droguerías Walgreens, James Kehoe, admite que en el último año el retail se ha lamentado efectivamente de manera quizás exagerada de los robos acaecidos en sus dominios.
Detrás de los robos en las tiendas estaría el crimen organizado. En Los Ángeles nueve hombres enmascarados irrumpieron, por ejemplo, en la cadena de grandes almacenes Macy’s a plena luz del día. Y los clientes presentes en el establecimiento contemplaron cómo los ladrones arramplaban con los artículos del local y los almacenaban en bolsas negras de basura. De manera similar, en un centro comercial del distrito Woodland Hills en Los Ángeles hasta 50 intrusos armados con spray de defensa robaron artículos de lujo valorados en 100.000 dólares. Los ladrones huyeron en sus coches antes de que la policía se personase en el lugar de los hechos.
En caso de robo lo mejor que puede hacer el personal de seguridad de las tiendas es simplemente no actuar. Cuando un guardia de seguridad desprovisto de arma de Home Depot trató de dar el alto a una ladrona el pasado mes de abril, la sospechosa le disparó y las heridas resultaron lamentablemente mortales.
Por esta razón los retailers afectados por la ola de robos que se observa desde hace varios meses en Estados Unidos se apoyan en otro tipo de medidas disuasorias para plantar cara a los ladrones. En muchas droguerías las cremas y los champús están almacenados en cajas cerradas con llave como si fuesen valiosas joyas. Y quien desea arrojar estos productos en el carrito de la compra, debe presionar un botón y llamar al «staff» de la tienda (lo cual resulta todo en desafío en vista del déficit de empleados que afrontan hoy por hoy los retailers).
Por sí solo los robos ya menguan notablemente las arcas de los retailers, pero algunos creen que los actos de latrocinio y las medidas de seguridad que estos llevan aparejadas podrían terminar ahuyentando a la clientela (que quizás opte por refugiarse en el mucho más seguro comercio electrónico y termine de dar la estocada definitiva al retail físico).